Pilar G.Muñiz sobre la sedición: "A 6 meses de las autonómicas a ver cómo explican este sapo a los votantes"
Escucha el monólogo de Pilar García Muñiz en "Mediodía COPE"
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El gobierno rebaja el delito de sedición hasta diluirlo. La penas de prisión pasan de los 10 a 15 años actuales a una horquilla de entre 3 y 5. La inhabilitación para cargo público también se ve rebajada y se queda entre 6 y 8 años como máximo. En la práctica es una derogación que ahora queda en algo así como “desórdenes públicos agravados”
Para entendernos el gobierno le está sirviendo la Sedición en bandeja de plata al independentismo y Esquerra ya puede guardarlo como un trofeo, una reliquía del código penal. De hecho, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés habla literalmente de un acuerdo con el Estado para eliminar la sedición y a continuación abre la puerta a un nuevo referendum.
Más claro, agua. La derogación de la sedición es una letra más en la hipoteca firmada con el independentismo.
Ahora, los líderes del Procés condenados y que mantienen la inhabilitación podrían volver a presentarse a unas elecciones si los tiempos cuadran, porque tienen recurrida esa inhabilitación. Junqueras, por ejemplo, podría ser el cartel electoral porque ha desaparecido el delito por el que está inhabilitado.
Mejor le puede ir incluso al fugado Carles Puigdemont que con esta reforma se enfrentaría a penas de prisión muy rebajadas y ya veremos si regresa a nuestro país si llega a poner un pie en la cárcel.
Bueno, ¿Y todo esto cómo se va a hacer? Con una propuesta de Ley Orgánica realizada por PSOE y Podemos. Así se evitan los informes de los organismos jurídicos del Estado..no son vinculantes, pero podrían sacar los colores al gobierno.
Y todo vestido de una retahíla de ideas para que parezca que hay una necesidad general de reformar la Sedición cuando en realidad es una necesidad particular del gobierno para su superviviencia.
De hecho uno de los argumentos es que la sedición es un delito tipificado en el siglo 19 y por eso hay que adaptarlo. Pero lo curioso es que el indulto también es de esa época y sin embargo esto no ha sido un problema para que los condenados del Procés sean indultados.
Lo que está claro es que esta reforma de la sedición es un COLCHÓN político para Pedro Sánchez, pero puede ser una cama de pinchos para los barones socialistas. Pues a seis meses de las elecciones autónomicas y municipales a ver cómo explican este sapo a sus votantes.