Pilar G. Muñiz: "Mientras ponemos el foco en lo que pasó hace décadas, lo desviamos de lo que nos afecta hoy"

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Fue la semana pasada cuando el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, decía aquello de "España va mejor" decía en el Congreso de los Diputados y lo decía en un momento en el que la subida de los precios (de la luz, del gas, de los carburantes...) no para de acaparar titulares.

Y el malestar social se ha trasladado ya a las calles. Un ejemplo es lo que está pasando en Cádiz, con esa huelga indefinida del sector del metal. La negociación de la renovación del convenio está totalmente enquistada por la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores .

Los sindicatos reclaman una subida del IPC para 2021 que actualmente se encuentra en el 5,4% la tasa más alta en casi 30 años. Y a partir de ahí, aumentos del 2 y el 3% en los siguientes años. Los empresarios dicen que esas reivindicaciones son inasumibles por la inflación que tenemos por el incremento de los costes de producción como consecuencia de la subida de las energías y porque el sector continúa arrastrando las consecuencias económicas de la pandemia.

El convenio que están negociando los sindicatos y la patronal engloba a grandes empresas como Navantia, Dragados o Airbus, pero también a pymes, como industrias auxiliares, talleres de coche, cerrajerías o empresas de mantenimiento de carreteras. Es un conflicto que implica a más de 30 mil trabajadores y 6 mil empresas, de forma directa o indirecta. Esta noche han seguido las negociaciones. 15 horas de negociaciones que han terminado casi a las 7 de la mañana. No han llegado a un acuerdo por lo que la huelga continúa por tercer día consecutivo.

Esta mañana la Policía ha establecido un fuerte dispositivo en varias carreteras de Cádiz para evitar qeu se repita lo que sucedió en la jornada de ayer. Barricadas y carreteras cortadas que provocaron que muchas personas que nada tienen que ver con el metal, no pudieran llegar a sus puestos de trabajo. Esta mañana unos 200 trabajadores han recorrido las calles de Cádiz y, pese a la presencia policial, los piquetes han cortado durante un buen rato el puente Carranza de acceso a la ciudad.

Esta tarde de nuevo las partes implicadas se vuelven a reunir para seguir negociando. Es el metal pero también los ganaderos continúan con sus protestas porque producir un litro de leche les cuesta más que lo que luego les pagan. Y las peluqerías hartas de que les tomen el pelo porque no les reducen el IVA han comenzado con encierros por todo nuestro país. Y las organizaciones agrarias ya han ancunciado que se van a movilizar en diciembre por el aumento de los costes de producción.

El coste de la vida lleva ocho meses consecutivos aumentando en España y empieza a ahogar a las familias y a todos los sectores económicos. Y es que la luz subió en octubre casi un 63 por ciento el diésel, un 30 % la gasolina, un 26 también las materias primas, los alimentos, una escalada en los precios a la que nadie es inmune y que se traduce ya en protestas y movilizaciones de diferentes sectores.

Llama la atención que ante este panorama el gobierno en lugar de remangarse, centre todos sus esfuerzos en sacar adelante la Ley de Memoria Democrática. Pero claro, mientras ponemos el foco en este debate de lo que pasó hace décadas lo desvíamos de lo que realmente nos afecta a día de hoy, que es esa espiral inflacionista en la que nos encotramos sumergidos. Pero no pasa nada, porque para el presidente del gobierno "España va mejor".