100 conductores siguen un desvío de Google Maps y terminan atrapados en lodo

Seguro que muchos nos escucháis dentro del coche, estamos en plena operación salida. Nos adentramos en un mes, julio, en el que se esperan 43 millones desplazamientos. Son unos cuantos, así que precaución si vas al volante. Precaución y ojo con los navegadores que los carga el diablo, y si no atento a lo que le ha pasado a decenas de conductores en Dénver, EEUU.

Esos conductores se dirigían, el pasado domingo, al aeropuerto internacional de Dénver, y llevaban puesto Google Maps, que es algo que hacemos todos en muchos trayectos. De repente, el navegador redirige la ruta porque había habido un accidente de tráfico, así que se les propone una ruta alternativa, un desvío que se demostró no era la mejor de las opciones.

El navegador llega hasta donde llega y no había tenido en cuenta las recientes lluvias habían embarrado la zona por la que pasaba esa carretera alternativa, así que los conductores, en vez de carretera alternativa lo que se encontraban al llegar era una pista de patinaje que finalmente les atrapaba, el resultado, un atasco monumental.

Imagínate la escena, todos entrando en fila india en esa trampa de la que sólo podían salir los vehículos que llevaban tracción a las cuatro ruedas, de hecho algunos de ellos se prestaron a llevar pasajeros al aeropuerto.