8.500 soldados españoles participaron como extras en la película Espartaco

Este miércoles se nos ha ido Kirk Douglas, el último actor de una gran época de Hollywood que siempre recordaremos. Y hay un pueblo en nuestro país que esta despedida la sienten de una manera especial. Se trata del madrileño pueblo de Colmenar Viejo porque en su Dehesa de Navalvillar, que tiene una extensión de 10.000 hectáreas, se rodaron algunas de las escenas de esta mítica película en 1959.

Entre los datos que más llaman la atención de aquel rodaje está que se contrató a más de 8.000 soldados que estaban haciendo el servicio militar para rodar las escenas.

Uno de ellos fue Eugenio Rodríguez Robledano, cabo del ejército en aquel momento. Su nieto, Eugenio Rodríguez, recogió la experiencia de su abuelo en su documental “PEPLUM”, en la que cuenta: “Yo iba de centurión en el grupo de la izquierda de cabeza, en dirección hacia dónde estaban los rodillos. Íbamos con las formaciones hacia dónde estaban los esclavos, pero antes de llegar soltaban unos rodillos con fuego y toda la formación tenía que volver al punto de partida y volvíamos a repetir”.

Bien recuerda Eugenio lo tedioso que resultó tantas horas de espera mientras se rodaba: “A formar otra vez detrás del cerro, otra vez hacer la formación de ajedrez... a la media hora o tres cuartos de hora, hartos de esperar, otra vez aparecían los esclavos por el cerro. Cuando avanzamos hacia ellos, otra toma”. Otro dato que sorprende: Kirk Douglas no pisó suelo español mientras rodaban las escenas. Sí vino Stanley Kubrick, pero a quien dirigió fue a los dobles.

Y a modo de anécdota hay que contar que los trajes que trajeron para los soldados tenían piojos, así que el equipo de la película tuvo que desparasitarlos. Bien se puede decir, por tanto, que la primera batalla que libraron los soldados en la película fue contra los piojos.