Así ha restaurado un grupo de universitarios cuatro iglesias rurales en los Picos de Europa

Los pueblos de Panes, Póo, Carreña y Oceño se encuentran en los Picos de Europa, en Asturias. Se trata de localidades que pertenecen a la 'España vaciada', un enclave precioso, lugares en los que la naturaleza es la protagonista en un entorno perfecto para escapar de la rutina y desconectar durante estas vacaciones.

Hasta allí han llegado medio centenar de universitarios, unos 50 chicos junto a sus monitores se han desplazado hasta estos pueblos, pero no precisamente para descansar, si no para participar en un campo de trabajo con un objetivo: restaurar cuatro iglesias rurales. En 'Mediodía COPE' hemos tenido oportunidad de conocer más detalles sobre este voluntariado tan especial de la mano de Enrique Casado, estudiante de Medicina y Ariadna Luengo, estudiante de Periodismo en la Universidad CEU San Pablo.

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Así ha restaurado un grupo de universitarios cuatro iglesias rurales en los Picos de Europa

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Limpiar, empastar o lijar, algunas de las tareas de los universitarios

Han sido diez días de mucho trabajo y el resultado ha sido todo un éxito. Con tan pocos vecinos, llevar un mantenimiento adecuado de estas Iglesias no es tarea fácil y algunas se encontraban incluso cerradas: “La parroquia en Póo llevaba cerrada muchos años, la hemos acondicionado para poder abrirla y celebrar oficios. Otras como la de Oceño que estaba en desuso, también la hemos habilitado”, nos contaba Enrique.

Limpiar, empastar o lijar son algunas de las tareas que han realizado para dejar perfectas estas parroquias y su llegada ha sido una auténtica revolución entre los vecinos de estos pueblos: “Siempre que nos veían trabajando venían a traernos comida y a ayudarnos. El otro día paramos en un bar y la camarera nos comentó que algunos vecinos hablaron sobre el trabajo que habíamos hecho con esas parroquias”.

El descenso del río Cares o la visita a una residencia de mayores

Las jornadas han sido intensas para estos universitarios. Durante la mañana restauraban las Iglesias y por la tarde realizaban diferentes actividades de ocio: desde el descenso del río Cares en canoa pasando por el Monasterio de Santo Toribio de Liébana hasta visitar la residencia de ancianos de Póo, sin duda, una de sus visitas más especiales. “Al principio no estaban muy convencidos pero nos han cogido mucho cariño. Incluso ayer, la persona más mayor de Póo, que tiene 98 años, nos pidió ser monaguillo en una de nuestras misas”.

"Te ayuda a crecer como persona, a incrementar tu fe"

Hemos querido preguntar a los dos voluntarios qué ha sido lo que les ha movido a dedicar parte de su verano en ayudar a los demás: “Es mi verano de los 18 y no quería dedicarlo a salir de fiesta” anadía Ariadna. Bajo el lema 'Ve Francisco, repara mi Iglesia', estos chicos se han trasladado hasta los Picos de Europa para trabajar en estas cuatro iglesias, una experiencia que termina el 23 de julio, y que ya se ha convertido para algunos, como Enrique, en algo inolvidable: “No se puede describir con palabras, todo el mundo tendría que vivir algo así en algún momento de su vida... lo mejor es poder conocer a gente, ayudar a otros, crecer tú como persona, incrementar tu fe, poner en prática tus valores...” Un plan de verano diferente, el voluntariado que han realizado 50 chicos universitarios de la Universidad CEU San Pablo.