El cambio climático aumenta la presencia de garrapatas que transmiten el virus del Nilo y el Crimea Congo
Los inviernos ya no son tan fríos y eso permite que los mosquitos sobrevivan a esta época del año en regiones que antes tenían temperaturas más bajas
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Se está celebrando en Glasgow la cumbre del clima para tratar de encauzar el calentamiento global. Y es que no parece que se vayan a cumplir los compromisos adquiridos hace seis años en París, que la temperatura del planeta no aumente más de un grado y medio.
Es una reunión en la que se hará una llamada de urgencia para combatir el cambio climático que, entre otras cosas, está provocando que aparezcan nuevos virus en nuestro país.
Uno de ellos es el virus Crimea Congo que transmiten las garrapatas, una enfermedad que es mortal para una media de entre el 10% y 15% de los infectados.
Agustín Estrada Peña, Catedrático de Patología Animal de la Universidad de Zaragoza, ha explicado en Mediodía COPE que la el motivo está en las temperaturas. Son cada vez más cálidas, los inviernos más suaves y eso hace que millones de pájaros salten desde África a España y en muchos de ellos vienen estas garrapatas infectadas.
En España el virus se detectó en 2016 y ha causado la muerte a tres personas. Era un parásito que habitaba especialmente en Extremadura, pero que ahora se puede encontrar en otros muchos lugares de nuestro país y además en mayor número.
La garrapata transmite la fiebre Crimea Congo sólo cuando está contagiada y esto ocurre al alimentarse de animales infectados.
Pero además, en los dos últimos veranos en nuestro país han aparecido también casos de otro virus desconocido, el llamado virus del Nilo.
En 2020 se cobró la vida de ocho personas en un brote en Andalucía que afectó también a otras 70 personas. Este pasado verano otra persona también murió y hubo varios contagios en la provincia de Sevilla y Cádiz.
Las aves son el reservorio natural, pero es la picadura del mosquito del género CULEX la que transmite el virus, la que actúa de vector. Lo ha explicado en Mediodía COPE la doctora Emely García, Jefa del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital de Torrejón de Madrid.
Los seres humanos, los caballos y otros mamíferos pueden infectarse y en el caso de los hombres la infección puede ser grave, puede provocar una encefalitis o una meningitis.
Es un virus que en algunas personas inmunodeprimidas puede resultar mortal.
Hasta ahora solo se había dado en Europa de forma muy ocasional, pero la proliferación de casos es ahora mismo preocupante. Y en esto, en su expansión, tiene mucho que ver el cambio climático.
Las aves migratorias infectadas vienen del África subsahariana a Europa por ese clima más cálido que tenemos.
Esas temperaturas suaves en los meses de primavera y verano está haciendo que las condiciones sean más favorables para el virus y para sus mosquitos vectores, que extienden su temporada de reproducción y a la vez incrementan su número.
Los inviernos ya no son tan fríos y eso permite que los mosquitos sobrevivan a esta época del año en regiones que antes tenían temperaturas más bajas.
Por todo ello ahora encontramos este tipo de mosquitos en muchos puntos de Europa como Italia, Alemania, Grecia, Países Bajos …además de España.
Las regiones con humedales y cultivos de regadío, son los que atraen a aves y mosquitos y por tanto son las que corren mayor riesgo de contraer la enfermedad. De hecho los casos que se han registrado en Andalucía en los dos últimos veranos, y de los que hablábamos al inicio, tuvieron lugar en los pantanales del río Guadalquivir, como La Puebla del Río o Coria del Río, en Sevilla, que fueron dos de las localidades más afectadas.
En esta última, en Coria del Río, vivía precisamente Rafael Artiaga. Tenía 70 años cuando se infectó en agosto de 2020. Rafael solía dar largos paseos por la ribera del Guadalquivir. De pronto un día empezó a sentir un malestar general y mucho dolor de cabeza. Su familia pensó que se había contagiado de COVID pero era el virus del Nilo. Dos semanas después Rafael moría.