En 'Mediodía COPE'

El cerebro nos dice si una mujer ha sido madre

El cambio que experimenta la materia gris es tan potente que comparando el cerebro de una mujer, antes y después, podemos saber si ha tenido un bebé.

Fuente Nature Neuroscience

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Este es el resultado de una investigación llevada a cabo por neurocientíficas españolas entre las que se encuentra la doctora Susana Carmona, codirectora del estudio que nos ha explicado en COPE que el estudio comprobó que "si comparamos a nivel estructural que regiones cambiaban y vimos que hay una reducción de la materia gris que no desaparece sino que en realidad lo que ocurre, como durante la adolescencia, como en la transición de niño a adulto,  que el cerebro no solo cambia el físico sino también cambia el cerebro reduciendo la materia gris, lo que pasa es que el cerebro madura, cambia y le permite comprender que le pasa a un bebé que no habla, por qué llora, comprender las señales que emite".

Este equipo de científicas se puso a estudiar el cerebro de la mujer tras dar a luz, algo que no se había estudiado nunca, "teníamos mucha curiosidad que ocurría en el cerebro durante el embarazo y vimos que todos los estudios eran en animales y no había en personas" y sobre todo"después de escuchar a madres, a mujeres que decían que después de dar a luz decían que perdían capacidades cognitivas y otras que aumentaban".

La conclusión de la investigación es clara: "el embarazo modifica el cerebro de la mujer". Para hacer el estudio, los investigadores han comparado imágenes de resonancia magnética de 25 mujeres embarazadas antes y después del parto, las parejas hombres de 19 de ellas, y un grupo control formado por 20 mujeres que no estaban embarazadas y las parejas hombres de 17 de ellas. El seguimiento duró cinco años y cuatro meses.

El estudio publicado por  la revista Nature Neuroscience, ha comparado la estructura del cerebro de las mujeres antes y después de su primer embarazo y ha demostrado por primera vez que el embarazo implica cambios que se mantienen a largo plazo -al menos hasta dos años después del parto- en la morfología del cerebro de la madre.