13 de diciembre, el Cumbre Vieja un año parado: "Desayuno cada día viendo cómo salen gases"
Yoel Díaz es un artesano de La Palma que va recobrando la normalidad poco a poco después de perder su taller y su casa por el volcán. Aquel 13 de diciembre no se lo creía
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Trece de diciembre de 2021, diez de la noche en La Palma. Después de 85 días y 8 horas, el volcán de Cumbre Vieja paraba su erupción. Era el principio del fin.
El 13 de diciembre de hace un año, la lava, por fin, empezaba a convertirse en las gruesas capas de ceniza y arena volcánica que se ven hoy. David Calvo, vulcanólogo del Instituto vulcanológico de Canarias nos lo confirmaba, ese día, en los micrófonos de Mediodía COPE: "ya son más de 24 horas y esperamos que si se mantiene así cuatro o cinco días más, esta pesadilla para los palmeros haya tocado su fin".
Hubo que esperar 12 días a una confirmación oficial, que llegó el 25 de diciembre, el Día de Navidad. Un año después, 148 personas no han podido volver a sus casas y no se puede acceder a la zona del Puerto de Naos y La Bombilla porque sigue llegando el dióxido carbono que continúa expulsando el volcán.
Desde que entró en erupción el 19 de septiembre de 2021, la furia del volcán se llevó por delante, 1.676 viviendas y 1.221 hectáreas de cultivo y de terreno del Valle de Aridane.
¿Recuerdas las imágenes? Era como una película. Veíamos cómo la lava arrasaba con todo lo que encontraba a su paso: las casas caían como piezas de dominó. Los vecinos, angustiados, veían cómo quedaban sepultadas sus casas, sus viviendas, sus cultivos.
"Me tomo cada día el café viendo como salen los gases"
Nos vamos a situar en uno de esos días. Era el 8 de octubre, 19 días después de empezar la erupción. Ese día, la lava arrasó la casa y el taller de Yoel Díaz en Todoque, en el municipio de Los Llanos. Acababa de reformar su taller cuando quedó sepultado bajo la lava. Apenas pudo salvar algunas de sus herramientas. No lo ha podido recuperar porque la zona sigue devastada a día de hoy. Sin embargo, gracias a la Asociación de Artesanos El Telar que puso en marcha una recaudación de fondos consiguió unos 4.000 euros con la venta de piezas artesanales.Mientras todo esto pasaba, Yoel ha seguido trabajando con una mesa y algunas herramientas.Ahora, gracias a la ayuda de esta asociación y a que su suegro le ha prestado un local está a punto de volver a abrir su taller, "gracias a ellos a la asociación y a mi suegro he podido poner mi taller y a la vez construir mi nuevo taller que casi está terminado, se puede trabajar dentro sin que me moje ni se mojen las herramientas", cuenta en Mediodía COPE.
Así Yoel Díaz seguirá siendo el herrero del Barrio de Triana, en Los Llanos, sigue siendo herrero aunque ya ni él ni los suyos son iguales que antes del Cumbre Vieja, "psicológicamente aún estamos afectados, aunque un año después, un poco mejor", dice.
Un año después recuerda la dureza de los primeros momentos, "nos tuvimos que ir a casa de un familiar de mi pareja, éramos 9 personas en una casa de tres habitaciones y un solo baño. En febrero, el Gobierno de Canarias nos cedió una vivienda y ahí estamos. Es para tres años y después tendremos opción a prórroga otros siete años, pero no tenemos más opciones" lamenta Yoel cuya situación no es excepcional "es una pena que haya tantas personas todavía en hoteles y en casas prestadas".
A Yoel le han llegado ayudas del Gobierno de España "pero no nos han llegado más ayudas". El artesano canario recuerda como hace un año, el 13 de diciembre de 2021 cuando escuchó la noticia de que el volcán había parado, no lo creía "sin confianza de que estuviera parado porque lo estuvo algunos días antes y volvió a resurgir y cada mañana todavía lo miro con desconfianza. Aquel día fue una alegría total" porque "aún se nota como expulsa los gases, me tomo cada día el café mirando al volcán y veo esos gases".