La economía de los conventos y monasterios se resiente por la subida de la luz y las materias primas

Hoy la luz nos da un pequeño respiro. El precio medio del megavatio/hora se sitúa por cuarto día consecutivo entorno a los 250 euros. (De hecho baja un 0,81% con respeto a ayer y ya está en 249, un coste similar al de antes de comenzar la invasión de Ucrania). Sin embargo, todas las previsiones indican que este marzo será el mes más caro de la historia, con la luz rondando los 337 euros... 100 euros más que en el último diciembre. Unos precios que preocupan en cualquier casa española... y también en los conventos y monasterios.

Los religiosos y las religiosas que tienen sus hornos y obradores funcionando en estas épocas del año tienen que estar muy pendientes de las facturas de la luz, el gas y las materias primas... sobre todo, el aceite -tanto el de girasol, que se produce principalmente en Ucrania, como el de oliva, cuyo precio también está subiendo debido a la sequía. María Lamarca, de la Fundación 'De Clausura', explica los motivos por los que, a pesar del aumento de los costes, las religiosas siguen vendiendo sus productos a precios similares.

La crisis que viven en las comunidades se resume en la falta de vocaciones, la despoblación de las zonas en las que se encuentran y, también, la crisis económica derivada de la pandemia. Todos estos factores hacen que su labor del día a día se complique y estén pasando auténticas calamidades en muchos casos a la hora de conservar y reformar los conventos y los monasterios en los que viven.

Por eso, Lamarca asegura que las monjas deben actualizar los precios más tarde o más temprano si quieren hacer frente a esta situación con garantías. Este es el caso, por ejemplo, de las monjas benedictinas de la localidad de Sahagún, un pequeño municipio de León de poco más de 2 mil habitantes.

El monasterio en el que se encuentran ha tenido varias reformas en los últimos tres años. La última de ellas, la del albergue que regentan, que se vino abajo y del que dependen económicamente. Hoy están de enhorabuena, porque justo acaban de reabrirlo después de meses de obras. La abadesa del monasterio de la Santa Cruz es Sor María Anunciación Ríos.