Grupos criminales, amparados en el ecologismo como Futuro Vegetal, el reto de las policías del mundo
En Mediodía COPE, Pilar García Muñiz analiza el presente y futuro de estos grupos delicuenciales que esgrimen como bandera la defensa del planeta
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Sus protestas y numeritos de todo tipo en Museos e instituciones de toda España han sido sonadas: lanzamiento de pintura al Congreso o el Ministerio de Agricultura; cortar la circulación de una carretera con alto nivel de vehículos; colarse en una pista de aterrizaje de un aeropuerto o una de las últimas: pegarse con pegamento a las majas de Goya como vimos en el Museo del Prado en Madrid el pasado mes de noviembre.
Detrás de todas estas acciones está una organización que, presuntamente y de forma pacífica, defiende los derechos del planeta y busca luchar contra el cambio climático, pero que la Policía considera organización criminal.
A lo largo del último mes, la Policía ha detenido a 22 de sus miembros acusados de formar una estructura criminal y causar daños al patrimonio.
Una escisión de Extinction Rebellion
Futuro Vegetal es una escisión, dentro de una organización que es de origen británico, Extinction Rebellion que vendría a ser algo así como rebelión contra la extinción, es decir, gente que se engloba dentro de lo que se considera el eco radicalismo, como ha explicado a Pilar García Muñiz en Mediodía COPE, el jefe de Interior de la Cadena COPE, Juan Baño.
Para entendernos, asegura el jefe de Interior de COPE, no es que se esté contra el movimiento ecologista ni quien defiende el proteger de manera especial la naturaleza, el medio ambiente... No, ahí hay grupos que a todos nos suenan como Greenpeace o Ecologistas en Acción o Amigos de la Tierra que, prácticamente, por parte de estos nuevos eco radicales son considerados, poco menos, que conservadores, ya trasnochados.
Es gente que de una manera mucho más activa, incluso violenta, lleva a cabo sus acciones de protesta y de exigencia de cambios en las políticas a nivel internacional y, entre ellos, está este grupo porque este problema se está generando cada vez más especialmente en Reino Unido. Grupos que acumulan condenas serias en Alemania o en Francia.
En Francia, hay un movimiento de la tierra que tiene unos enfrentamientos bestiales con la Gendarmería francesa, bestiales con lanzamientos de cócteles molotov. Se está pasando a una actividad violenta, claramente delincuencial, para defender algo que es muy defendible.
Bajo la bandera de la defensa del planeta Tierra
Son banderas de enganche muy apetecibles para cualquiera que las utilizan, incluso, son caladeros fáciles para determinados movimientos políticos porque es algo que, aparentemente, todo el mundo defendemos:la ecología, la defensa de la tierra, preservar la naturaleza.
Pero lo hacen con violencia, destruyendo bienes públicos, creando y causando graves daños incluso al patrimonio histórico: la Puerta de Brandemburgo pintada o se pegan contra un cuadro como Las Majas de Goya, un legado histórico de primer nivel o se atenta contra la fachada de un ministerio echando una mezcla de agua con una serie de productos que son prácticamente difíciles de quitar después, con un gasto importantísimo para las arcas públicas.
Sin olvidar agresiones físicas contra elementos que son patrimonio de todos o incluso con agresiones que pueden pasar a mayores, por lo tanto, es una realidad delincuencial que se está combatiendo como grupo criminal.
El líder de la organización se hace llamar Bilbo Bassaterra que en su perfil de redes sociales se autodescribe como "ecoterrorista y el Pablo Escobar de los veganos".
Están muy organizados, tienen una defensa en lo teórico, pero no tienen defensa sus formas y son todo un desafío para los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad de cualquier país. La Policía española tiene claro que en el futuro hay que poner el foco en estos grupos que, amparados en la ecología, llevan a cabo acciones violentas y delincuenciales y será el desafío no solo para la Policía española sino para el resto de policías de todo el mundo.