La lección de Almudena, alérgica a la LTP: ante el menor síntoma pincharse la adrenalina y acudir a urgencias

No es lo mismo una intolerancia a algún alimento que una reacción alérgica. La alergia puede provocar una anafilaxia que si no se controla a tiempo puede causar la muerte

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Escucha qué hace Almudena, con alergia a la LTP, cuando nota el primer síntoma

Redacción Mediodía

Publicado el - Actualizado

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Todo apunta a una alergia provocada a las proteínas de la leche de vaca como la causa por la que la pasada semana fallecía una joven de 17 años en Manzanares, en Ciudad Real, tras tomarse un café contaminado con trazas de leche. A la espera de los resultados de la autopsia, es importante destacar que no es lo mismo una intolerancia a la lactosa que una reacción alérgica.

La primera aunque puede ocasionar muchos trastornos digestivos no puede desencadenar una anafilaxia, que es un cuadro clínico grave que en casos extremos puede conducir a la muerte.

En la anafilaxia, la persona alérgica puede tener además de los síntomas típicos de la reacción alérgica como urticaria, ampollas o hinchazón, dolores digestivos, dificultad respiratoria, taquicardia y pérdida de conocimiento como consecuencia del desplome de la tensión arterial.

Este cuadro es muy poco frecuente. Apenas ocurre en el 1 % de la población, pero como decimos es grave si no se reacciona a tiempo.

Lo sabe bien Almudena, quien ha sufrido dos shocks anafilácticos. El más grave tuvo lugar hace unos seis años. Comenzó mientras trabajaba en la oficina y con el mismo patrón de todas las reacciones alérgicas que había tenido hasta ese momento: con picores en la piel. Así que, aunque llevaba en el bolso la adrelanina, decidió no inyectársela y bajarse al centro de salud que tiene debajo de su trabajo para que la viesen y le dijesen si tenía que hacerlo.

Aunque eran muy pocos pasos y el centro de salud estaba muy cerquita le dio el tiempo justo para llegar. Los médicos le pincharon adrenalina y llamaron corriendo a emergencias. De ahí a un hospital.

Tras recuperarse, se marchó a casa con medicación pautada durante una semana y una lección que desde entonces ha seguido para siempre: ante el menor síntoma debe pincharse la adrenalina y acudir a urgencias.

Almudena, que hoy tiene 35 años, empezó con 18 años a tener episodios de alergias. Primero fue un melocotón, después una manzana. Las pruebas confirmaron que era alérgica a las frutas de la familia de las rosáceas. Después vendrían los frutos secos, otras frutas de otras familias, una leguminosa, y así que hasta que llegó el diagnóstico definitivo: alérgica a la LTP

Frutas, hortalizas, verduras, legumbres, semillas, zumos..., cualquier producto que tenga entre sus componentes algo de orígen vegetal contiene la proteína a la que es alérgica Almudena.

Además tiene que tener en cuenta que su alergia interactúa con ciertos medicamentos como los antinflamatorios, con su propio ciclo hormonal o con el ejercicio físico. Y eso hace que, por ejemplo, un día pueda comerse un tomate y no le pase nada y otro comer ese tomate y la lleve de nuevo a Urgencias porque se ha tomado horas antes un ibuprofeno para el dolor de cabeza.

Esto le hace a Almudena tener que tomar ciertas precauciones y por supuesto llevar encima siempre la adrenalina, pero claro, no deja de ser una persona adulta.

Pero ¿qué pasa con los niños con este tipo de alergias?

Alergias a este tipo de proteínas como las de la leche o la LTP que como vemos a veces hacen volverse al cuerpo y al sistema inmune un poco loco y provocan respuestas graves.

Lo saben bien las enfermeras escolares. Ellas son la primera línea de defensa en el caso de que, en un colegio, un niño tenga una reacción alérgica grave.

Natividad López, enfermera escolar y presidenta de la Asociación AMECE destaca en Mediodía COPE que en los colegios enseguida el enfermero o la enfermera se da cuenta de si el niño alérgico está sufriendo un cuadro porque "tenemos a los niños historiados y cada niño tiene unos síntomas o tenemos pautas del alergólogo, pero enseguida lo ves, la boca, los ojos, la respiración..., se ve enseguida".

¿Cuándo os dais cuenta de que es grave? "Cuando el niño tiene mucha taquicardia, los labios muy hinchados, sobre todo, cuando son niños con alergias muy claras. A veces, en las clases, se llevan cosas que pueden llevar frutos secos, también los globos, porque no solo son alergias a los alimentos y los colegios están muy informados de que pueden tomar o no los niños con alergia, porque los niños salen de excursión", responde la enfermera esoclar que subraya que "hay que llevar siempre dos adrelaninas por si la primera no es suficiente".

"En un contexto controlado, como es en el colegio, hay un tiempo para reaccionar, pero ante la más mínima duda te la pones, porque puedes no llegar al centro de salud, es mejor ponerla a no ponerla. Si ves que empieza a desencadenarse todo el cuadro, lo mejor es ponerla", recalca Natividad y después "hay que ver si se llama al 112, si el niño reacciona o no reacciona y mientras llegan los servicios sanitarios".

El problema que demandan desde la Asociación AMECE es que no en todos los colegios hay un profesional de enfermería, "donde más hay es en la Comunidad de Madrid, en el resto de España están muy mal, solo hay en los centros de educación especial y solo en casos puntuales. No hay ninguna normativa en España que diga que hay que poner enfermeros/as en todos los colegios", subraya Natividad que insiste que es necesario que haya un profesional de enfermería en todos y cada uno de los colegios de España.

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