Los túpers serán obligatorios en todos los restaurantes y hoteles de Cataluña

El Parlamento catalán aprueba una ley para frenar el despilfarro alimentario 

00:00

Los túpers serán obligatorios en todos los restaurantes y hoteles de Cataluña

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

El Gobierno de Cataluña ha aprobado una ley contra el desperdicio de alimentos. Entre las medidas que recoge el Parlamento catalán en esta iniciativa se encuentra la obligación de que los restaurantes, hoteles y servicios de hostelería de la comunidad ofrezcan al cliente recipientes biodegradables para que estos puedan llevarse la comida y bebida sobrante adquirida del establecimiento.

Además, esta nueva ley de prevención de pérdidas y desperdicio alimentario impondrá a todos los colegios, hospitales, servicios residenciales y empresas alimentarias a elaborar una estrategia de prevención y reducción de los desperdicios. Unos que en España alcanzan un tercio de la comida que se compra.

Los supermercados y tiendas de alimentación de Cataluña estarán obligadas a partir de ahora a incentivar el anuncio y la venta de los productos que estén cerca de cumplir su fecha de caducidad. Para controlar medidas como esta, el Parlament establecerá medidas de control y seguimiento de las pérdidas y el despilfarro.

En "Mediodía COPE" hemos hablado con diferentes clientes y propietarios de restaurantes en Barcelona para saber su opinión sobre la medida. En general, la reacción es positiva, aunque, como nos confirma uno de estos gerentes, “se gasta dinero en túpers y tal vez para los negocios que tengan un ticket medio económico, les haga subir los precios”, aunque como él mismo comenta, ellos “están de acuerdo porque nos parece una medida que lucha contra el despilfarro que permite que nos alejemos contra las cifras alarmantes de que un tercio de la comida que producimos termina en la basura”.

Otros como Jaume, que además de ser propietario de un bar en Barcelona es cliente de muchos otros establecimientos, agradecen la medida porque esa comida “se aprovecha” más tarde. El gerente de La Lolita dice incluso que la medida “era necesaria” porque la comida al final es del cliente porque la ha comprado y el “restaurante debería tener la obligación” de darte la posibilidad de que se la pudiera llevar.