De misión bajo el agua: la singular vida de la tropa en el Isaac Peral S-81
El rey ha navegado en aguas de Cartagena en el submarino. Hace unos meses COPE pudo compartir momentos con su tripulación

La desconexión digital que vive la tropa que cumple misión en un submarino
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El rey Felipe VI ha visitado en Cartagena el Submarino S-81, "Isaac Peral". El S-81 es, ahora mismo, la joya de la corona de la Armada y es la punta de lanza de la Ingeniería naval española. Solo diez países en el mundo tienen la capacidad para fabricar estos buques.
El submarino Isaac Peral está culminando la fase de pruebas antes de estar plenamente operativo. A parte de sus 40 tripulantes o el rey, lo cierto es que muy pocas personas tienen la oportunidad de entrar en su interior, de bajar a sus entrañas.
Pilar García Muñiz y Ángel Correas, director de Mediodía COPE son de los pocos privilegiados que sí lo han podido hacer y dejaron constancia en un reportaje que disfrutamos el año pasado.
vivir una misión en un submarino
¿Cómo es la vida de la tropa en un submarino? "Extremadamente organizada. El lugar más espacioso puede ser el puente de mando, el resto es mínimo. Para que te hagas una idea. Hay 2 duchas, superestrechas y tres retretes. Pero una de las cosas que más nos llamó la atención fue el aspecto psicológico. Cuando están en misión no hay ninguna comunicación con el exterior para evitar que el submarino sea localizado. No hay móvil, no hay WhatsApp. Como mucho puedes llevarte una tablet con alguna serie descargada, libros... . Pero nada que se conecte a Internet o a una red de telefonía", describe el directo de Mediodía COPE.
La tripulación solo recibe mensajes seguros a través de mail y todo está supervisado por el comandante. Por seguridad, Hay que seleccionar qué información se da a la tripulación y esto es muy importante en el caso de noticias que puedan alterar el estado emocional de la dotación. Manuel Corral, comandante del Isaac Peral, contaba en COPE como se les evita conocer las malas noticias sobre sus familias hasta que llegan a desembarcar a tierra firme.
"Si no se puede evacuar a la persona que recibe una mala noticia, mejor no se le dice porque puede afectar a toda la misión", afirma.
Por ello y, paradójicamente, uno de los peores momentos llega a la hora de desembarcar porque siempre hay un miedo a lo que te puedas encontrar.
Son semanas de navegación, muchas horas también bajo el mar: ¿qué pasa con el tiempo libre?
Pues espacio para hacer ejercicio, tal y como lo entendemos, no hay. Así que es importante la alimentación. Pero para los ratos libres digamos que se tira del entretenimiento de toda la vida aunque como dijo a COPE el teniente de navío José María incluso se agradece la monotonía.