El "peligroso" empleo bien remunerado que está llegando a España poco a poco: este es su perfil
Una figura que no existe prácticamente en España y que sí se da en Países Bajos o Inglaterra y a través de la que se recuperan importantes obras de arte robadas
Madrid - Publicado el - Actualizado
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En 2020 desaparecía del Museo Singer situado en Laren, una ciudad holandesa, al sureste de Ámsterdam, en el centro de Países Bajos, una pieza maestra pintada por Vincent van Gogh titulada Jardín rectoral en Nuenen en primavera o Jardín primavera.
Aquel mes de marzo del año veinte, el mundo comenzaba a sufrir una de las peores crisis sanitarias de las últimas décadas y el museo había sido cerrado al público por la pandemia. Como estábamos confinados en casa (los holandeses también), al ladrón no le resultó complicado hacerse con el botín y, la verdad, es que hizo bastante ruido porque para entrar en la sala de exposiciones rompió varias puertas de cristal con un martillo.
Los expertos en el exquisito mundo del arte y más si están en juego obras de grandes maestros de la pintura, como en este caso, recalcan que cuando se comete un robo de estas dimensiones, el lienzo sustraído no se queda en unas solas manos -algo que parece muy cinematográfico-, lo que dificulta seguir su rastro.
La investigación policial comenzó inmediatamente y dio sus frutos al conseguir detener al ladrón un ciudadano francés de 59 años, que responde al nombre de Nils M. y cuyo ADN fue encontrado no solo en el Museo Singer, sino también en un museo de Leerdam, muy cerca de la localidad de Utrecht, donde meses más tarde fue robada otra pieza, en este caso del pintor Frans Hals, Dos chicos sonrientes con una jarra de cerveza, pintado en 1626.
Nils M. -que fue detenido en 2021 y condenado a ocho años de cárcel-, no estaba en posesión del cuadro en el momento del arresto. La obra de Van Gogh estaba en manos de otro delincuente que es el que se pone en contacto con un detective de arte para entregarlo.
Detectives de arte, una figura poco conocida en España
En este caso, un anónimo, que tenía la pintura, se puso en contacto con Arthur Brand, detective de arte holandés, al que le ofrecía devolver el cuadro.
Esta semana, el detective que ha trabajado en colaboración con la Policía, recibía en su casa el cuadro a cambio de mantener la confidencialidad de la persona que previamente le había proporcionado una prueba de vida de la obra pictórica.
El cuadro (valorado en 2 millones de dólares), que ha sido analizado por los conservadores del museo, presenta arañazos y tendrá que ser restaurado, por lo que pasará tiempo antes de que pueda volver a ser expuesto.
En España, la figura de Brand, del detective de arte, es prácticamente inexistente, como aseguraba en Mediodía COPE, Jorge Llopis, perito tasador de arte judicial y director de la revista Pecados de Arte.
"El detective de arte es una figura desconocida en nuestro país, muy conocida en Países Bajos o Inglaterra, en países donde las aseguradoras tienen un peso y donde los cuerpos de Policía no tienen agentes tan especializados como la Policía española o la Guardia Civil o la Policía italiana. Es una figura que está ahí y funciona", recalca Llopis.
Pero esta figura también "es controvertida" porque "se relacionan con los bajos fondos y el crimen organizado y, en este caso, no fue nada más que un intercambio. Se entregó la pieza a cambio de negociar de la condena de un tipo, un súper traficante de cocaína que entregó la pieza con la condición de negociar esa condena. A partir de ahí, figúrate"-
¿Por qué no hay este tipo de detective en España? "Aquí en España es raro y no suelen gustar a nuestros Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, pero trabajan también. Están relacionados con el mercado negro y con el segundo mercado de galerías, prestamistas que les dicen por donde buscar. Es bastante turbio el mundo de estos profesionales", concluye el experto.