La razón por la que Aitana construyó una casa para una familia en Kenia: "Ha sido cosa de Dios"

Acaba de comenzar el mes de agosto y son muchos los jóvenes que aprovechan estas fechas para hacer un voluntariado fuera de nuestro país. En España, cuatro millones y medio de personas realizan, de alguna forma u otra, una actividad así, según los datos que recoge el último informe del Observatorio del Voluntariado.

Aitana Malvar, una joven de 22 años de Valencia, ha vivido una gran experiencia este verano al embarcarse en un proyecto de voluntariado en Gatanga, Kenia. Impulsada por su deseo de marcar la diferencia tras finalizar sus estudios en Negocios Internacionales, Aitana decidió pasar su verano ayudando en un país donde el 95% de la población vive bajo el umbral de la pobreza.

"Quería hacer algo distinto este verano, tener otra experiencia y aportar un poquito para ver realmente cómo es la vida allí", explica Aitana. Durante su estancia, trabajó principalmente en un programa de enseñanza para niños, asistiendo en el colegio por las mañanas y participando en actividades comunitarias por las tardes.

“Quedamos destrozados al ver las condiciones en las que vivían”

Una de estas actividades fue repartir comida en el poblado de Thika, donde Aitana y sus compañeros se encontraron con la cruda realidad de la vida cotidiana en Kenia. "Fuimos una tarde a repartir comida a distintas familias y pudimos ver cómo eran sus casas", recuerda Aitana. "Quedamos destrozados al ver las condiciones en las que vivían, familias de siete personas en una casa de cinco metros cuadrados, sin baño, sin cocina, sin luz."

Frente a esta situación, decidieron tomar acción. Junto con dos amigas y utilizando las redes sociales como WhatsApp e Instagram, comenzaron a recaudar fondos con el objetivo inicial de comprar comida. Sin embargo, la respuesta fue tan positiva que lograron reunir 2.200 euros, lo que les permitió financiar la construcción de una nueva casa para John y sus ocho hijos.

"Construir una casa en Gatanga cuesta 1.850 euros, nosotros recaudamos 2.200"

"Construir una casa en Gatanga cuesta 1.850 euros", explica Aitana. "Así que cuando alcanzamos más de 2.200 euros, decidimos destinarlo a construir una casa." Durante tres semanas, Aitana y un equipo de voluntarios trabajaron en la construcción, participando en tareas como mover piedras y mezclar cemento, bajo la guía de trabajadores locales.

"Era un padre y ocho hijos. La madre se fue de casa, y el padre estaba solo con los niños. Nos bendecían a todas horas, agradecidos por todo. Aunque no hablaban mucho inglés, el padre nos decía que esto había sido todo cosa de Dios", cuenta Aitana.

“Una auténtica lección de vida”

Para Aitana, este proyecto ha sido más que una simple labor de voluntariado; ha sido una "auténtica lección de vida" que la ha transformado profundamente. Inspirada por esta experiencia, Aitana ha decidido continuar su labor desde España. Junto con otras voluntarias, ha comenzado a trabajar en una revista llamada Jambo Gatanga, que documentará sus experiencias y buscará recaudar fondos para futuros proyectos en Kenia.

La inauguración de la nueva casa fue un gran evento en el poblado, al que asistieron vecinos, el alcalde de la localidad y el sacerdote, quien bendijo el nuevo hogar de la familia de John. La historia de Aitana Malvar es un testimonio inspirador de cómo el deseo de ayudar puede trascender fronteras y cambiar vidas. Como dice Aitana, "ayudar siempre está en la mano de cada uno de nosotros".