Semáforo amarillo en La Palma por enjambres sísmicos: “Aquí estamos acostumbrados”
La Palma está asistiendo a su octavo enjambre sísmico en 4 años. En Mediodía COPE hablamos Juan José Santos, vecino de Fuencaliente, en La Palma
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Durante toda la mañana se están registrando más de un centenar de movimientos sísmicos, temblores, en la isla canaria de La Palma. Uno de ellos, el de mayor magnitud, ha sido de 3,5.
Estos pequeños terremotos se han sentido en los municipios de El Paso, Tazacorte y Fuencaliente. Esto ha hecho que en La Palma se haya activado el semáforo amarillo del Plan Especial de Emergencias por Riesgo de Volcánico. Es el segundo nivel de alerta en una escala de 4.
Ya desde el sábado se han ido registrando estos pequeños temblores en la isla. Un total de 1.600 ni más ni menos. Eso sí, en las últimas horas ha ido aumentando su intensidad. Este semáforo amarillo que se ha activado intensifica la información a la población, y aumenta las medidas de vigilancia.
Pero esto no es algo nuevo. Ya en el 2017, el Comité Científico del Plan Especial de Emergencias por Riesgo de Volcánico informó de que se viene registrando una actividad sísmica anómala en el sur de La Palma; y que desde el verano de 2020 se ha incrementado con la aparición de siete enjambres sísmicos. Con el de hoy, ya son 8. Te recuerdo que estos enjambres son series de terremotos concentrados en un mismo lugar. Recuerda que este año ya hemos vivido varios en Granada y en Galicia.
Pero, ¿hay de qué preocuparse? Bueno, los expertos señalan que este cambio significativo está relacionado con un proceso de intrusión magmática en el interior de la isla. Es decir, que esto podría desembocar en la aparición o incluso erupción de un pequeño volcán. Veremos como termina todo.
Y lo más importante. ¿Y la gente? ¿Está nervioso? ¿Cómo han vivido estos temblores?
En Mediodía COPE hemos hablado con Juan José Santos, él vecino de Fuencaliente, uno de los municipios más afectados por los temblores y nos ha contado que esto allí es normal: “Estamos acostumbrados”.
Aún así, reconoce que “esta actividad sísmica es mayor de la habitual; pero que los protocolos están diseñados para que “si aquí aparece un volcán, no va a haber nadie en la isla para verlo”, asegura Juan José.