El error que cometes cada vez que usas este producto para quitar el esmalte de tus uñas: "Puede dañarlas"
El doctor Darío Fernández explica a Carlos Moreno 'El Pulpo' en Poniendo las Calles la razón por la que este gesto nos puede costar un disgusto
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Pintarse las uñas de colores, es una larga tradición que se remonta hasta la antigüedad. La cuestión es que, una vez se estropean y no lucen de una manera correcta, hay que quitar el esmalte. El doctor Darío Fernández explica a Carlos Moreno 'El Pulpo' en Poniendo las Calles la razón por la que este gesto nos puede costar un disgusto.
Desde la época de los faraones en el Antiguo Egipto, hasta la actualidad, las uñas han pasado por diferentes estilos y colores, además de decoraciones sobre ellas y a su alrededor. En esos días los esmaltes se conseguían a base de mezclar ingredientes como clara de huevo, cera de abejas y goma arábiga.
Ya sobre el 1900 las mujeres comenzaron a poner cremas y polvos de color en sus uñas cubiertos por un barniz transparente, pero el resultado obtenido sólo duraba unas horas. En 1957 Un dentista llamado Frederick Slack se rompió una uña y para solucionarlo rápidamente utilizó el acrílico que tenía a mano.
Este fue el comienzo de las extensiones de uñas acrílicas. Llegando a los 80, los colores vibrantes y los neones complementaban el arcoíris de los maquillajes de la época. Ya con el nuevo siglo, las opciones comenzaron a ser infinitas: cortas, más largas, puntiagudas, cuadradas, mates...
Quitar el esmalte
Nadie quiere salir de casa con las uñas en mal estado y desconchadas. Si en alguna ocasión vas a quitarte la pintura y no dispones de quitaesmalte en casa, hay algunos truquitos que te ayudarán a remover el esmalte sin la necesidad de tener que usar acetona para ello.
En el caso de los esmaltados normales, la acetona ha sido tradicionalmente el producto más utilizado para eliminar el color de nuestras uñas. Sin embargo, el uso frecuente de este disolvente químico puede causar varios problemas. Lo bueno es que cada vez más las marcas de belleza lanzan nuevos productos menos abrasivos.
El contacto prolongado con la acetona puede irritar la piel alrededor de las uñas y las cutículas, provocando enrojecimiento, sequedad e incluso descamación. Esto puede resultar en uñas quebradizas y propensas a la rotura. Además de tener una rápida absorción por los poros de la piel derivando a problemas mayores.
Mientras que el uso de acetona puede parecer una opción rápida y conveniente para retirar las uñas artificiales, sus efectos negativos en la salud de las uñas y la piel pueden superar los beneficios. Considera hablar con un profesional de uñas para que te dé alternativas menos agresivas.
El error que cometes cada vez que usas este producto
La acetona es un disolvente, el cual se encarga de eliminar las resinas en el esmalte. Este compuesto puedes encontrarlo también en otros productos tales como diluyentes de pinturas y pegamentos. Puede hasta desembocar en otros trastornos, como la insuficiencia renal, y el doctor Darío Fernández avisa sobre ello.
La acetona es altamente inflamable, por lo tanto es preferible mantenerla lo más lejos del fuego posible, sobre todo cuando te quitas el esmalte. Además, en caso de que accidentalmente una gota de acetona salpique tu ojo, puedes sufrir serios trastornos en tu vista.