Una británica desvela cómo frenaron la despoblación en un pueblo de Almería con extranjeros: "Liga de petanca"
Samantha Mill es una de las vecinas británicas de Partaloa, una localidad que tiene 1.000 habitantes, el doble de los que tenía en el año 2000
Publicado el
3 min lectura
Una de las tendencias más habituales en verano es que los pueblos que durante el año ven mermada su población dupliquen o incluso tripliquen el número de habitantes llenándose de vida. Pero hay un caso curioso con el municipio de Partaloa, en Almería, que descubrimos en Poniendo las Calles con una vecina británica del pueblo, Samantha Mill.
Durante el resto del año es evidente que cada vez queda menos gente en los pueblos a causa de la despoblación. Pero ojo porque hay algunas zonas que han pasado de perder habitantes a duplicarlos gracias a un fenómeno muy pero que muy curioso. Las comunidades extranjeras son una solución muy curiosa.
Partaloa es una localidad almeriense que a principios de siglo se encaminaba hacia la despoblación y que gracias a la comunidad extranjera, y más concretamente a la británica, se ha llenado de vida. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, Partaloa, que tradicionalmente ha vivido de la agricultura, tiene 1.000 habitantes.
Esto es el doble de los que tenía en el año 2000. En aquella época, el pueblo perdía población a un ritmo elevado como consecuencia de los fallecimientos de sus vecinos más mayores y la emigración de los más jóvenes. Una tendencia que empezó a cambiar desde el momento en el que empezaron a llegar ciudadanos extranjeros atraídos por la belleza y la tranquilidad.
La despoblación
En el transcurso de las dos últimas décadas, la provincia de Almería ha presenciado una fascinante y compleja dinámica demográfica. Según datos del INE, en este periodo, el 43 por ciento de las localidades de la provincia han perdido población. Casi la mitad. Un total de 45 municipios han experimentado una disminución en su población.
El aumento de la población de Almería se sustenta gracias a la explosión demográfica en los municipios de la costa. Roquetas de Mar ha pasado de 53.815 habitantes en 2003 a 106.510 en la actualidad. El Ejido de 61.265 a 89.975 y Almería capital de 176.727 a 200.578. Solo entre estos tres municipios han sumado más de 104.000 habitantes.
Pero no solo hay crecimiento en los grandes municipios. El Valle de Almanzora, en la provincia de Almería, deja un buen ejemplo. Allí hay un puñado de localidades que han revolucionado sus padrones de forma tan rotunda y a tal velocidad que, en algún caso, su censo ha llegado a duplicarse en cuestión de dos décadas. El fenómeno ha llegado junto a otros, no menos curiosos.
Cada vez es más difícil encontrarse en sus calles con hijos o nietos de andaluces y más fácil oír conversaciones en spanglish o ver carteles y bandos publicados en inglés. El motivo: se han convertido en paraísos ingleses en plena Almería. Ocurre, por ejemplo, en la localidad de Partaloa.
"Liga de petanca"
Allí, el 68 por ciento es población extranjera. El peso de los inmigrantes británicos resulta aplastante, tanto entre la población de origen extranjera, entre la que hay también holandeses, belgas o inmigrantes procedentes del norte de África, como sobre el conjunto de los residentes. La vecina británica da contexto a estas cifras en Poniendo las Calles.
Hay quien ya ha acuñado un término para su uso del idioma y acento: "almeringlish", una mezcla de inglés con toque almeriense y un español con acento británico. Para facilitar la comunicación, en Partaloa los vecinos tienen la oportunidad de asistir a clases gratuitas de inglés.