Aviso por sanciones graves al pasar la ITV o en controles de carretera con tu coche diésel: "Fraude más que extendido"

En Europa, muchos conductores han optado por anular el sistema que está provocando fallos en algunos vehículos, pero desactivarlo implica alterar el software

José Manuel Nieto

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El aditivo AdBlue, introducido para reducir las emisiones contaminantes en los motores diésel, se ha convertido en un problema para miles de propietarios de vehículos en toda Europa. Aunque su objetivo es cumplir con la normativa Euro6 desde 2018, este sistema ha generado numerosas averías y sobrecostes para los conductores. "Si esos fallos se han venido relacionando con los depósitos de AdBlue, incluso han llevado a la Comisión Europea a estimar demandas y compensaciones por parte de los fabricantes", explicó Alfonso García 'Motorman' en el programa Poniendo las Calles.

Uno de los mayores problemas de este sistema es su mantenimiento. El AdBlue debe recargarse cada 10.000 o 15.000 kilómetros, y un fallo en los inyectores o en las bombas puede implicar reparaciones costosas. Además, el ordenador de a bordo del vehículo avisa cuando el depósito se encuentra a punto de agotarse, algo que, si no se soluciona a tiempo, puede dejar el coche inutilizable. "El problema radica en fallos del aviso al conductor en el ordenador de a bordo cuando quedan 2.000 kilómetros para que se agote el AdBlue en el depósito", señala García.

El AdBlue es una solución de urea disuelta en agua que ayuda a reducir los niveles de óxidos de nitrógeno emitidos por los motores diésel. Sin embargo, con el paso del tiempo se ha descubierto que su uso puede generar problemas mecánicos, especialmente en vehículos con un alto kilometraje. Los propietarios se han visto obligados a invertir en reparaciones costosas debido a obstrucciones en los inyectores o fallos en las bombas de suministro del aditivo. En muchos casos, la única solución ha sido reemplazar componentes completos del sistema, lo que supone un gasto inesperado y considerable.

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Mujer joven en una gasolinera, detalle de la mano repostando un coche

Además, algunos modelos de automóviles presentan fallos en el sistema de detección de AdBlue, provocando alertas erróneas en el ordenador de a bordo. Esto puede hacer que el coche entre en modo de emergencia o incluso que no arranque, generando una situación frustrante para los conductores. A pesar de los esfuerzos de los fabricantes por solucionar estos problemas con actualizaciones de software, las quejas de los usuarios siguen acumulándose.

El problema del AdBlue y la respuesta ilegal

Ante estos problemas, en Europa y también en España, muchos conductores han optado por anular el sistema AdBlue para evitar las averías y los gastos adicionales. Sin embargo, esta práctica es ilegal. "Recordemos que es ilegal, desactivar el sistema implica alterar el software del vehículo, lo que está prohibido bajo las regulaciones de emisiones vigentes", advierte el experto.

Además de no pasar la ITV, las sanciones dobles son muy altas"

Alfonso García 'Motorman'

Experto en motor de Poneindo las Calles

El fraude del AdBlue no solo supone un engaño ambiental, sino que también conlleva sanciones severas. En las inspecciones técnicas de vehículos (ITV) o en controles de carretera, los agentes pueden detectar la manipulación y aplicar sanciones que pueden ser considerables. "Además de no pasar la ITV, las sanciones dobles son muy altas", recalca García.

Las consecuencias legales

Las multas pueden oscilar entre los 500 y 6.000 euros, dependiendo del grado de la manipulación. En algunos casos, los vehículos que han sido detectados con modificaciones ilegales no solo reciben la sanción económica, sino que además quedan inhabilitados para circular hasta que se revierta la alteración. Esto implica un nuevo gasto para el propietario, que deberá restaurar el sistema y pasar una inspección técnica especial para recuperar la homologación del vehículo.

Además de las multas, algunos países europeos han comenzado a endurecer las normativas para castigar a los talleres que realizan estas modificaciones ilegales. En España, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha reforzado los controles en carretera y está implementando medidas más estrictas en las ITV para evitar este tipo de fraudes. Con el avance de la digitalización en los sistemas de diagnóstico de vehículos, cada vez es más difícil ocultar estas alteraciones.

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Infusión de combustible AdBlue en el sistema AdBlue del automóvil. Fallo.

Por otro lado, la Comisión Europea ha instado a los fabricantes a mejorar la fiabilidad del sistema AdBlue y a buscar soluciones más sostenibles y eficientes. Se han presentado propuestas para desarrollar nuevas tecnologías que reduzcan las emisiones sin generar los problemas actuales. Mientras tanto, los conductores deben tener en cuenta que anular este sistema puede traer consecuencias legales y económicas graves.