Un carnicero valenciano se lamenta por las ayudas tras la DANA: "100.000 euros para levantar la persiana"
Mauro Lorenzo revela a Carlos Moreno 'El Pulpo' uno de los ejemplos que le llegan de afectados por las inundaciones a la Unión Gremial Valenciana que preside
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La devastadora DANA que afectó la Comunidad Valenciana dejó una profunda huella en miles de pequeños comercios y autónomos, especialmente en localidades de la Horta Sud de Valencia, como Alfafar, Catarroja, Albal o Benetússer. Mauro Lorenzo, presidente de la Unión Gremial Valenciana, no solo es testigo del sufrimiento de los afectados, sino que se ha convertido en portavoz de sus preocupaciones y desesperaciones.
En su intervención en Poniendo las Calles con Carlos Moreno ‘El Pulpo’, Lorenzo compartió el testimonio de uno de esos autónomos, dueño de una carnicería, que expresó la angustia por la que atraviesa: "Necesito 100.000 euros para levantar la persiana", afirmaba con resignación.
El testimonio de Lorenzo refleja la difícil situación de muchos autónomos que, tras las inundaciones, ven cómo sus negocios han quedado destrozados. El presidente de la Unión Gremial Valenciana subraya que muchos de los pequeños comercios afectados por la DANA no lograrán abrir de nuevo. La situación ya era crítica antes de la catástrofe, con el pequeño comercio luchando contra la digitalización y el auge de las ventas online. Sin embargo, lo ocurrido con la DANA ha sido el golpe de gracia para muchos.
“Estamos consternados no solo en casa, sino por la cantidad de autónomos y micropymes que van a desaparecer. Muchos no van a volver a abrir. Va a ser un momento en el que muchos se van a dar cuenta de que el esfuerzo y la inversión necesaria para recuperar sus negocios no merecen la pena”, lamentó Lorenzo.
Un carnicero valenciano se lamenta por las ayudas
Uno de los testimonios que más impactó a Lorenzo fue el de un carnicero de la zona, quien le confesó que para poder levantar su carnicería necesitaba, como mínimo, 100.000 euros. “Me ha sobrepasado todo esto. No tengo ni capacidad de aguante, ni de esfuerzo para poder levantar la persiana. Esto me ha superado”, le dijo el empresario. La magnitud de las pérdidas, tanto materiales como emocionales, parece ser tan grande que la idea de volver a empezar resulta abrumadora.
Este carnicero, al igual que muchos otros afectados, ya venía arrastrando dificultades económicas debido a la competencia de las grandes plataformas de comercio online, que siguen ganando terreno a los negocios de proximidad. La DANA, con su secuela de destrucción, ha acabado de hundir un sector que ya estaba en crisis.
Aunque el gobierno ha anunciado medidas de apoyo, muchos empresarios ven con escepticismo la eficacia de estas ayudas, debido a los trámites burocráticos complejos y la brecha digital que afecta a muchos autónomos. Lorenzo explica que muchos de los afectados, sobre todo aquellos que no están familiarizados con la gestión electrónica, dependen completamente de sus gestores para realizar las gestiones fiscales y administrativas. Sin embargo, con la destrucción de los negocios, han perdido toda la documentación necesaria para poder presentar las solicitudes de ayuda.
“El problema es que la documentación de los negocios, que normalmente tenemos en el local, ha desaparecido. Si te piden esa documentación ahora, ¿cómo la presentas? Los autónomos y micropymes se enfrentan a una realidad en la que no solo han perdido su negocio, sino también todos los papeles que podrían necesitar para acceder a las ayudas”, explica Mauro Lorenzo.
"100.000 euros para levantar la persiana"
La brecha digital es otro de los obstáculos. A muchos autónomos se les exige que tramiten las ayudas con un certificado digital, un proceso que les resulta complejo o incluso inaccesible. Lorenzo hace un llamamiento a las autoridades para que simplifiquen los trámites y proporcionen soluciones más ágiles. “La administración tiene que ser consciente de que si introducimos el CIF de nuestra empresa, ya deberían saber si estamos al corriente de impuestos o si hemos cumplido con nuestras obligaciones fiscales. No hace falta tanto papeleo”, opina el presidente de la Unión Gremial.
La situación es especialmente grave en la zona de la Horta Sud, una de las más golpeadas por las inundaciones. Localidades como Alfafar, Benetússer, Albal, Catarroja y otras han sufrido pérdidas devastadoras, con miles de comercios y viviendas afectadas. Para muchos de estos empresarios, la promesa de ayudas gubernamentales parece lejana o insuficiente para cubrir los daños reales.