Lo que dice la leyenda de la Santa Compaña sobre quién puede ver la procesión en los pueblos de Galicia: "Los niños"
José Talavera da todos los detalles acerca de esta tradición gallega que sigue teniendo presencia en muchas localidades de la comunidad autónoma
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La Santa Compaña es una de las leyendas más fascinantes y aterradoras de Galicia, una comunidad autónoma en el noroeste de España. Esta tradición popular ha perdurado a lo largo de los siglos, formando parte del imaginario colectivo gallego y reflejando las creencias y miedos que explica José Talavera en Poniendo las Calles.
Se dice que la Santa Compaña es una procesión de almas en pena que recorren los caminos y bosques de Galicia, acompañadas por un guía, generalmente un vivo que ha sido elegido para llevar a cabo esta macabra tarea. Esta figura, conocida como "el que la lleva", es quien guía a las almas en su viaje, portando una cruz y, en ocasiones, un farol.
Se cree que este "guía" se encuentra bajo una maldición y que su destino es acompañar a estas almas hasta que se cumpla la pena. Las almas de la Santa Compaña suelen ser las de aquellos que han fallecido sin haber recibido los últimos sacramentos, o personas que han llevado una vida deshonrosa.
La aparición de esta procesión se asocia comúnmente con la noche, especialmente en noches de luna llena o durante festividades, lo que añade un aura de misterio y terror a su relato. Se cuenta que quienes se cruzan con la Santa Compaña experimentan una sensación de inquietud y miedo.
La Santa Compaña
La leyenda dice que el encuentro puede ser mortal, ya que puede presagiar la muerte de la persona que la ve. Sin embargo, hay quienes relatan haber tenido experiencias menos dramáticas, como el simple avistamiento de la comitiva, que se manifiesta como un grupo de figuras envueltas en túnicas blancas que caminan en silencio, con el sonido de campanas o lamentos lejanos.
Los relatos de encuentros con la Santa Compaña han sido transmitidos de generación en generación, a menudo enriquecidos con detalles que varían según la localidad. En algunos lugares, se dice que el farol que porta el guía tiene un brillo sobrenatural, mientras que en otros, se enfatiza el frío intenso que acompaña a la aparición.
La Santa Compaña no solo es un relato de miedo; también es un símbolo de la relación de los gallegos con la muerte y el más allá. La figura del "guía" representa la responsabilidad que la sociedad tiene hacia sus muertos y el recuerdo de aquellos que han partido. Al mismo tiempo, la Santa Compaña refleja las creencias sobre el purgatorio y la necesidad de orar por las almas en pena.
A pesar de que la modernidad ha cambiado muchas de las tradiciones gallegas, la leyenda de la Santa Compaña sigue vigente. En la actualidad, hay quienes afirman haber tenido encuentros con la procesión, y el mito se mantiene vivo en las conversaciones, festividades y relatos familiares. Se organizan rutas y visitas guiadas en localidades donde la leyenda tiene más peso, atrayendo tanto a turistas como a locales interesados en sus raíces culturales.
Quién puede ver la procesión
Además, en la noche de Halloween y en el Día de Todos los Santos, la Santa Compaña cobra un nuevo significado. Muchas personas se reúnen para compartir historias y reflexionar sobre la muerte, la memoria y la importancia de recordar a los que ya no están. Estas celebraciones contemporáneas han revitalizado el interés por la leyenda, fusionando el respeto por la tradición con la curiosidad de las nuevas generaciones.
La Santa Compaña es más que una simple leyenda de terror; es un reflejo de la identidad cultural gallega y de su compleja relación con la muerte. A través de sus historias y simbolismos, se nos recuerda la importancia de honrar a los que han partido y de enfrentar nuestras propias inquietudes sobre el más allá. En cada rincón de Galicia, la Santa Compaña continúa caminando, uniendo el pasado y el presente, y asegurando que el misterio y la magia de la tradición nunca se desvanezcan.