Una psicóloga da la clave para las personas a las que les cuesta tomar una decisión: "Tendrá consecuencias"

A lo largo de una vida hay muchas situaciones a las que nos enfrentamos, pero siempre hay gente que pide ayuda para afrontarlas y otros que buscan soluciones ágilmente

José Manuel Nieto

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La toma de decisiones está presente en todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, desde elecciones triviales hasta cuestiones de gran envergadura. Pero hay personas que son más decididas y otras a las que les cuesta más por sus consecuencias, por eso la psicóloga de Poniendo las Calles, Macu Gortazar Ibáñez de la Cadiniere da la clave para actuar ante esas situaciones.

Cuando nos enfrentamos a situaciones difíciles o estresantes, este proceso se torna notablemente más complejo. Comprender cómo tomamos decisiones y por qué podemos encontrar dificultades en contextos complicados es un tema de creciente interés en la psicología y las ciencias del comportamiento.

La toma de decisiones implica una serie de pasos que incluyen la identificación del problema, la recopilación de información, la evaluación de opciones y, finalmente, la elección de una alternativa. Según el modelo de toma de decisiones de Simon, este proceso puede ser racional o intuitivo, dependiendo de la situación y de la información disponible.

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Una mujer tomando una decisión

Las decisiones racionales requieren un análisis detallado de las consecuencias, mientras que las decisiones intuitivas se basan en experiencias previas y en respuestas emocionales. La complejidad de las decisiones se intensifica en situaciones difíciles debido a varios factores psicológicos y emocionales, como explica la psicóloga en Poniendo las Calles.

Tomar una decisión

Un estudio de la Universidad de Princeton indica que el estrés y la ansiedad pueden afectar significativamente nuestra capacidad para procesar información y evaluar opciones. En momentos de alta presión, el cerebro tiende a activar el sistema de respuesta "lucha o huida", lo que puede limitar nuestra capacidad de pensar con claridad y racionalidad.

Además, la teoría de la carga cognitiva sugiere que, en circunstancias desafiantes, la cantidad de información que debemos procesar puede superar nuestra capacidad cognitiva, dificultando la toma de decisiones informadas. Según Sweller, cuando la carga cognitiva es alta, la calidad de las decisiones tiende a disminuir, lo que puede llevar a elecciones impulsivas.

Las emociones juegan un papel crucial en la toma de decisiones, especialmente en situaciones difíciles. Un estudio realizado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts revela que las emociones negativas, como el miedo o la tristeza, pueden llevar a un sesgo en la evaluación de opciones, provocando la conocida aversión al riesgo.

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Una persona tomando una decisión

Por otro lado, las emociones positivas pueden facilitar un proceso de toma de decisiones más abierto y flexible, permitiendo a las personas considerar una gama más amplia de opciones. En situaciones críticas, el predominio de emociones negativas puede hacer que las personas se cierren ante posibilidades más arriesgadas que podrían llevar a resultados favorables.

Una psicóloga da la clave

Ante la complejidad de la toma de decisiones en situaciones difíciles, existen estrategias que pueden ayudar a mitigar los efectos negativos del estrés y la carga cognitiva. Macu Gortázar Ibáñez de la Cadiniere señala lo que le dice a sus pacientes en estos casos, aunque advierte en Poniendo las Calles que asuman que "tendrá consecuencias".

La habilidad de decidir adecuadamente en situaciones difíciles es esencial para nuestro bienestar y desarrollo personal. Por eso, la psicóloga de Poniendo las Calles indaga en este asunto junto a Carlos Moreno 'El Pulpo' con el objetivo de ayudar a todos los oyentes para afrontar esas decisiones.