Una psicóloga nos enseña a gestionar una desaparición en la DANA de Valencia: "Que el miedo pase a ser bonito"

La reciente DANA que azotó Valencia dejó una huella imborrable en la comunidad, con relatos de pérdida y desesperación que resonaron en cada rincón. En medio de esta crisis, la psicóloga Macu Gortázar Ibáñez-de la Cadiniere compartió su sabiduría en Poniendo las Calles, abordando el miedo a la muerte y la enfermedad que aflige a muchas personas en estos tiempos inciertos. Su enfoque ofrece herramientas valiosas para gestionar el duelo y el temor, especialmente tras las devastadoras inundaciones.

Gortázar inicia la conversación reconociendo que el miedo a la muerte es un sentimiento universal y natural, acentuado por circunstancias como desastres naturales y crisis sanitarias. "Este tipo de eventos pueden intensificar nuestros miedos a lo desconocido", señala, enfatizando la importancia de enfrentar estos temores en lugar de rehuirlos.

Uno de los aspectos más impactantes de su intervención es su afirmación de que "el miedo pase a ser bonito". Esta frase, en apariencia contradictoria, encierra una profunda verdad: al afrontar el miedo a perder a seres queridos o a enfrentarse a la propia mortalidad, las personas pueden transformar ese temor en una oportunidad para fortalecer vínculos y apreciar el tiempo con los demás.

Gortázar explica que, en lugar de permitir que el miedo nos paralice, debemos usarlo como un catalizador para conectar con quienes amamos. "Cuando expresamos nuestros miedos, como el de perder a alguien, podemos construir relaciones más significativas", añade.

Gestionar una desaparición

La psicóloga subraya que la tristeza y la angustia son emociones normales tras una pérdida, y que el proceso de duelo tiene varias fases. Estas emociones, lejos de ser algo que debemos evitar, deben ser reconocidas y expresadas. "Pelearnos con nuestras emociones solo las intensifica", advierte. En cambio, sugiere que la aceptación de la tristeza y el dolor puede llevar a una comprensión más profunda de nosotros mismos y a una mayor conexión con los demás.

Uno de los enfoques que Gortázar propone es dejar de lado los tabúes que rodean la muerte y la enfermedad. Hablar sobre estos temas, aunque incómodo, puede reducir la ansiedad y permitir una gestión más saludable del miedo. "A menudo, lo que tememos es mucho más intenso en nuestra mente que en la realidad", explica. Abordar estos temas abiertamente puede ser un primer paso crucial para transformar el miedo en algo manejable y, eventualmente, bonito.

Además, la psicóloga destaca la influencia de la cultura en nuestra percepción de la muerte. En algunas culturas, la muerte se integra como parte del ciclo de la vida, lo que permite a las personas enfrentar su dolor con un enfoque diferente. "La forma en que gestionamos el miedo puede depender de cómo nuestra cultura aborda la pérdida", señala, sugiriendo que aprender de estas diferencias puede enriquecer nuestra propia experiencia.

Durante la intervención, Gortázar también habla sobre el impacto que las experiencias de pérdida pueden tener en la salud mental. "Algunas personas emergen de sus pérdidas más resilientes, mientras que otras pueden verse paralizadas por el miedo a perder nuevamente", explica. Esta variabilidad subraya la necesidad de un enfoque individualizado para el duelo y la ansiedad.

La DANA de Valencia

La espiritualidad y la religión también juegan un papel fundamental en cómo las personas gestionan el miedo a la muerte. La fe puede proporcionar consuelo y significado en momentos de pérdida, permitiendo a las personas encontrar una paz emocional en medio del caos. Gortázar enfatiza que entender la muerte como parte de un proceso más amplio puede ayudar a aliviar la angustia que esta genera.

Finalmente, Gortázar cierra su intervención con un mensaje de esperanza. A pesar de la tristeza y el dolor que pueden surgir de la pérdida, es posible encontrar belleza en el amor y los vínculos que compartimos. "Permitir que el miedo nos acerque a los demás es un regalo", concluye. Su enfoque no solo ofrece herramientas para gestionar el duelo, sino que también invita a una reflexión profunda sobre la vida, el amor y la conexión humana en tiempos de crisis.