Del trabajo de un científico de Alicante a volver a traer a los mamuts de su extinción: "Para combatir el cambio climático"

En Estados Unidos, los ratones tienen el pelaje de un mamut y esta investigación tiene el objetivo de plantarle cara a uno de los grandes problemas de la actualidad

Museo de Historia Natural, Cromwell Road, South Kensington, Distrito Real de Kensington y Chelsea - Esqueleto de mamut
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Poniendo las Calles

El científico del CSIC, Lluís Montoliu, le explica a Carlos Moreno 'El Pulpo' las posibilidades de que los mamuts vuelvan a La Tierra

José Manuel Nieto

Publicado el

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En Estados Unidos, un equipo de científicos ha conseguido que ratones desarrollen un pelaje similar al de los mamuts lanudos, una especie extinta hace más de 4.000 años. Este experimento pionero, llevado a cabo por la empresa Colossal, representa un importante avance en la ambiciosa misión de traer de vuelta a los mamuts a través de la edición genética. Según el investigador del CSIC y vicedirector del Centro Nacional de Biotecnología, Lluís Montoliu, este hallazgo demuestra que es posible transferir características genéticas de especies extintas a organismos vivos, lo que abre un nuevo horizonte en la biotecnología y la conservación de especies.

"No hemos creado un mamut, sino un ratón al que se le han incorporado siete genes que estaban presentes en los mamuts y que les permitían adaptarse al frío extremo", explicó Montoliu en una entrevista en Poniendo las Calles. "Estos genes han provocado que los ratones tengan un pelaje tres veces más largo, más grueso, rizado y con el característico tono pelirrojo de los mamuts. Esto confirma que la transferencia de genes de especies extintas a animales vivos es viable y funcional".

Exposición con huesos de animales prehistóricos en el Museo-Reserva Histórico y Arquitectónico de Rybinsk

Alamy Stock Photo

Exposición con huesos de animales prehistóricos en el Museo-Reserva Histórico y Arquitectónico de Rybinsk

Este avance, aunque significativo, es solo el primer paso de un proyecto aún más ambicioso: modificar el genoma de elefantes asiáticos para dotarlos de características genéticas propias de los mamuts lanudos. Dado que el genoma del mamut no se ha conservado en su totalidad, los científicos han identificado alrededor de 500.000 diferencias genéticas clave entre esta especie y su pariente vivo más cercano, el elefante asiático. El objetivo de Colossal y su equipo de genetistas es modificar estas diferencias para conseguir un animal que, en términos genéticos y funcionales, se parezca lo máximo posible a los mamuts extintos. Esto no solo implicaría cambios en el pelaje, sino también en la tolerancia al frío, el metabolismo y el comportamiento.

Frenar el cambio climático

Más allá del reto científico, el propósito último de este proyecto es combatir el cambio climático y preservar los ecosistemas árticos. George Church, líder del proyecto en Harvard y fundador de Colossal, sostiene que reintroducir mamuts en la tundra podría desempeñar un papel clave en la lucha contra el calentamiento global. Según la teoría detrás de esta propuesta, estos grandes animales, al moverse en grandes manadas, compactarían la nieve y el suelo con su peso, reduciendo la liberación de gases de efecto invernadero atrapados en el permafrost y ayudando a preservar el ecosistema ártico. Además, su impacto en la vegetación podría fomentar un equilibrio más estable en el hábitat, similar al que existía antes de su extinción.

Sin embargo, no todos los científicos están convencidos de que este enfoque sea la mejor solución. "Podemos estar más o menos de acuerdo con la idea de traer de vuelta a los mamuts, pero hay que reconocer que Colossal está siguiendo un método científico riguroso", señala Montoliu. "El gran dilema es si realmente seremos capaces de recuperar un mamut auténtico o si solo crearemos un elefante asiático modificado con pelaje espeso". Esta diferencia es clave, ya que muchos expertos consideran que, aunque genéticamente similares, estos nuevos animales podrían no comportarse ni desempeñar el mismo papel ecológico que los mamuts originales.

El gran dilema es si realmente seremos capaces de recuperar un mamut auténtico o si solo crearemos un elefante asiático modificado con pelaje espeso"

Lluís Montoliu

Vicedirector del Centro Nacional de Biotecnología

La clave detrás de este avance científico se encuentra en la revolucionaria herramienta de edición genética CRISPR, descubierta en 1993 por el científico español Francisco Mojica en la Universidad de Alicante. Gracias a esta tecnología, es posible modificar el ADN con una precisión sin precedentes, permitiendo avances tanto en la desextinción de especies como en la conservación de aquellas que actualmente se encuentran en peligro crítico de desaparecer. 

El trabajo de un científico de Alicante

CRISPR ha abierto la puerta a un sinfín de aplicaciones médicas y biotecnológicas, desde la cura de enfermedades hasta la mejora de cultivos, y ahora también a la posibilidad de recuperar especies perdidas por la acción del ser humano y los cambios ambientales.

Esqueleto de mamut en el Centro Histórico de Ohio, Columbus

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Esqueleto de mamut en el Centro Histórico de Ohio, Columbus

A pesar del entusiasmo de los investigadores y los progresos logrados hasta ahora, la posibilidad de ver mamuts caminando de nuevo por la tundra aún es incierta. Queda un largo camino de pruebas y ajustes antes de que este proyecto se convierta en una realidad tangible. Lo que está claro es que la ciencia sigue desafiando los límites de lo posible, y que estos experimentos podrían tener implicaciones que van mucho más allá de la resurrección de especies extintas. La biotecnología avanza a pasos agigantados, y proyectos como este demuestran que el futuro de la conservación y la ecología podría estar marcado por herramientas genéticas de última generación.

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