"540 barcos y 162 millones de euros": el drama del agua que se desaprovecha con la comida que no llega a casa

El problema con la sequía ya no es solamente es climático, es en buena medida resultado de un sistema alimentario insostenible y absolutamente desnortado. Fernando Valladares explica en Poniendo las Calles cómo en estos momentos en los que casi de lo más valioso que podemos tener es el agua, no nos damos cuenta de una gran hemorragia que supone el descarte de alimentos.

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540 barcos y 162 millones de euros: el drama del agua que se desaprovecha con la comida

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El científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas señala que le "cuesta resumir en pocas palabras la cantidad de agua que se está tirando por el riego para productos agrícolas que se retiran del mercado": "Se calcula que solamente el agua de riego para productos agrícolas que se han retirado del mercado fue el equivalente a 540 barcos cisterna".

El profesor de Ecología de la Universidad Rey Juan Carlos puntualiza que esos barcos serían "como los que se emplean para llevar agua, por ejemplo, de las desaladoras a la ciudad de Barcelona". Cuando se les contrató en la sequía de 2008, "cada uno costaba 300.000 euros".

"Estamos descartando una tremenda cantidad de hortalizas y de frutas que llevan consigo un consumo tremendo de agua", sentencia Fernando Valladares, "la fruta y la hortaliza que se descarta muchas veces es por el resultado de una sobreproducción puntual y que los mercados no pueden absorber".

La comida que no llega a casa

Esto también es provocado "por los criterios de que muchas veces los consumidores o especialmente las grandes superficies que buscan frutas inmaculadas, frutas que no tengan ningún raspón, ni ninguna cosa un poco fea y no dan ni siquiera la opción a los ciudadanos y ciudadanas a elegir".

"Son frutas y hortalizas muy caras", remarca el científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, "hay un montón que se desecha, que no llegan ni a los mercados y de eso no tenemos datos exactos, pero sí tenemos datos bastante precisos de lo que se retira del mercado".

Hay unas organizaciones de productores de frutas y hortalizas que llevan un control de todo lo que se retira del mercado. "Si los agricultores pueden derivar eso o las grandes superficies pueden derivar esa retirada del mercado a, por ejemplo, comedores sociales", señala Fernando Valladares.

"Por hacernos una idea, la mitad de los limones en esta campaña del 2023/2024 se van a triturar y destruir la mitad", desvela el profesor de Ecología de la Universidad Rey Juan Carlos, "y eso es un montón de litros de agua que no vamos a haberle podido sacar ningún uso": "Simplemente, se usaron para regar y ahora el resultado se destruye".

El drama del agua

No son solo los limones. Fernando Valladares también destaca "los tomates, las naranjas, los caquis, las clementinas y las sandías son los que se llevan la palma en esta destrucción": "Incluso el brócoli, por ejemplo, en momentos determinados se produce mucho y el mercado no los absorbe".

"El mayor derroche de este, de este riego es este usar agua para una comida que vamos a tirar se produce en la Comunidad Valenciana con más de 20 millones de metros cúbicos, seguido de Murcia con 17 millones, Andalucía con 11, Extremadura con ocho y Cataluña con cinco, que son justo las zonas que tienen ahora mismo más problemas", destaca.