El grito de auxilio de Juani, afectada por el aceite tóxico de colza: "No os olvidéis de nosotros"
Esta oyente de 'Poniendo las calles' es una de las 20.000 personas que resultaron afectadas por el "síndrome tóxico" y ha llamado a COPE para contar su historia
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Este fin de semana hemos conocido que ha fallecido el pediatra Juan Manuel Tabuenca, el médico que ayudó a salvar a miles de personas durante la crisis del aceite de colza. Se trata de la mayor intoxicación alimentaria que ha sufrido en la España democrática. Se le llamó "el síndrome tóxico" porque los hospitales se llenaban de gente enferma y se desconocía a qué se debía. Y este pediatra fue quien dio con la tecla y supo ver de dónde procedía. ¿Cómo lo hizo? Una madre llegó hasta su consulta con su hijo recién nacido enfermo. El médico le preguntó todo lo que le daba de comer al pequeño. Ella decía que sólo le alimentaba con la leche materna, aunque finalmente le reconoció que también le daba una cucharadita de aceite. El pediatra le pidió que le enviara la garrafa. La muestra fue al laboratorio y se descubrió la verdad.
20.000 resultaron afectadas y 1.100 personas murieron. Y de no ser por el doctor Tabuenca, hubieran sido más. Después de que El Pulpo contara la historia en el programa 'Poniendo las calles' de COPE, ha llamado una oyente. Se llama Juani y ella es una de esas 20.000 personas que resultaron afectadas por el aceite de colza. La mujer ha denunciado el absoluto olvido en el que han caído. "Ya nadie se acuerda de nosotros. Somos los grandes olvidados. Y me ha sorprendido tanto que hablaras de esto, que he llamado rápidamente. Os escucho todas las noches porque, desgraciadamente, tengo tantas dolores y duermo tan mal... Llevo 37 años de agonía. Nos mataron. Nos estamos apagando como una vela y nadie se acuerda de nosotros", ha dicho.
El Pulpo le ha preguntado cómo entró en contacto con el aceite contaminado. Yo era muy pequeña. Mi madre lo compraba en garrafas en el mercadillo del barrio. Mis padres nunca notaron algo anormal en el aceite. La primera que empecé a sufrir problemas fui yo. Se me inflamaron todas las articulaciones, que era como una artitris juvenil y me ingresaron. Pero nadie pensaba que tenía esta enfermedad. Luego ingresaron a mi hermana y mi padre. Y ya entonces se dieron cuenta de que era otra víctima, solo que con otras afectaciones".
Juani asegura que desde entonces nunca se ha sentido bien, tiene que acudir a rehabilitación y siempre van saliendo secuelas nuevas. "Yo no he podido trabajar nunca", se ha lamentado. Y después ha preguntado:
Mi hermano tenía un año y como comía muy poco, no resultó afectado. "¿Por qué no hay nada escrito sobre nosotros? De todo hay una película, un libro... Nosotros no aparecemos ni en los libros de medicina. No tenemos derecho a nada. Nos tendrían que haber matado el primer día, nos habrían hecho un favor". Y ha pedido que no nos olvidemos de ellos.