Juan Antonio Bardem, 100 años del nacimiento de un grande del cine español

Con gabardina arrugada, rostro deprimido y un pitillo en los labios, el crítico de cine de COPE y TRECE, Jerónimo José Martín, trajó este jueves a 'Poniendo las Calles' la película 'Muerte de un ciclista', con motivo del centenario del nacimiento de su director, Juan Antonio Bardem, uno de los mejores cineastas españoles.

Ahí está su guion para Bienvenido, Míster Marshall, y filmes como director y guionista de la talla de Esa pareja feliz, Cómicos, Muerte de un ciclista, Calle Mayor —mención especial y Premios FIPRESCI y New Cinema en el Festival de Venecia 1956—, La venganza —Premio de la Crítica en Cannes 1958 y nominada al Oscar 1959 al mejor filme en lengua no inglesa—, Los inocentes, El puente, Siete días de enero —Golden Price en el Festival de Moscú 1979—, Lorca, muerte de un poeta, El joven Picasso o Resultado final.

Hijo de los actores Rafael Bardem y Matilde Muñoz Sampedro, y hermano de Pilar Bardem, era tío de los actores Javier, Carlos y Mónica Bardem. Antes de dirigir, se licenció como ingeniero agrónomo, estudió en la Escuela de Cine y fue crítico de cine en las revistas Alerta, Ateneo, La Hora, Alcalá, Objetivo y Film Ideal. Sin duda, su obra maestra es Muerte de un ciclista, Premio FIPRESCI de la Crítica Internacional en el Festival de Cannes 1955 y la Medalla CEC 1955 a la mejor fotografía (Alfredo Fraile), otorgada por el Círculo de Escritores Cinematográficos.

El argumento de 'Muerte de un ciclista' surge a partir de un relato de Luis Fernando de Igoa, el guion de Bardem sigue los pasos de Juan Fernández (Alberto Closas), un profesor de ingeniería en la Universidad de Madrid que mantiene una relación adúltera con la joven dama María José de Castro (Lucía Bosé), esposa del millonario industrial Miguel Castro (Otello Toso) cercano al régimen.

La estabilidad de ambos se rompe cuando en una de sus escapadas, Juan y María José atropellan a un ciclista en una carretera perdida y, por miedo a que su amor sea descubierto, se dan a la fuga dejando al hombre malherido. La muerte del ciclista será una dura prueba para la conciencia de Juan —atenazada por la culpa— y para el instinto de supervivencia de María José —paralizado por el miedo—, sobre todo cuando el sibilino crítico de arte Rafael Sandoval (Carlos Casaravilla), comienza a insinuar a la pareja que los vio juntos aquella fatídica tarde.

uan Antonio Bardem se obsesionó con contar para el papel principal con Lucía Bosé, a la que había visto en la opera prima de Michelangelo Antonioni, Crónica de un amor (1950). Muerte de un ciclista fue la primera aparición en el cine español de la actriz italiana, que además, conoció en España al torero Luis Miguel Dominguín, con el que terminó casándose.

En un papel hecho a medida, Lucía Bosé da vida a una mujer fatal que, en su deseo de libertad y autonomía, frente a unos códigos sociales apolillados, sucumbe a los más oscuros impulsos de la naturaleza humana. Por su parte, la existencial composición de Alberto Closas bebe de las fuentes del Raskolnikov de Crimen y castigo, de Dostoyevski, alejado de su festiva caracterización del padre de La gran familia (1962), de Fernando Palacios.

También es clave la figura del inquietante crítico de arte Rafael Sandoval, maravillosamente interpretado por Carlos Casaravilla, a medio camino entre el despreciable Ugarte, que interpreta Peter Lorre en Casablanca (1942), y el cínico Capitán Louis Renault, encarnado por Claude Rains en la mítica película de Michael Curtiz.