El Pulpo entrevista al Almirante de la Flota, Eugenio Díaz Del Río Jáudenes

Hoy recibimos a un ponedor de admirar por la labor que desempeña cada día desde que en 1980 ingresase en la Armada. Tiene cerca de tres mil días de mar y de esos más de mil los ha ejercido como alto mando. Entre otras misiones, en los años 2016 y 2019, ha sido Jefe del Estado Mayor del mando marítimo aliado y ha mandado varias veces operaciones anti piratería o antiterrorista como la operación Ocean Shield , Atalanta o active endevour.

Es Almirante de la Armada y actualmente es el Almirante de la Flota desde el pasado febrero. Ya he dicho que su labor es de admirar. Ahora, el Almirante de la Flota, Eugenio Díaz Del Río Jáudenes, está en la isla de La Palma, desarrollando una misión fundamental para los habitantes damnificados por el volcán Cumbre Vieja.

Una labor que, para él, al final se consigue con muchos ingredientes necesarios para lograr cualquier cosa. “Con un poco de sacrificio, abnegación, estudiando mucho, con prudencia, con coraje, con humildad, con alegría, con un poquito de suerte y sobre todo hay que tener experiencia en la Mar” aseguraba el Almirante sobre las cualidades necesarias para acabar siendo uno de los máximos cargos de la Armada.

No solo es necesario eso. Para el Almirante de la Flota, Eugenio Díaz Del Río Jáudenes, hay un ingrediente fundamental. Algo sin lo que no sería posible haber logrado una carrera como la suya: el apoyo de su familia. “Que entiendan, que asuman bien las ausencias del hogar por el servicio a España y por la seguridad de todos los españoles”, explicaba el alto cargo que, entre risas, decía al Pulpo que “más les valía” al resto de marines cuadrarse cuando él pasaba por delante.

Como militar, tiene su misión clara. “Somos marinos de la Armada y tenemos devoción por España y a esto nos hemos obligado a nosotros mismos”. Unas misiones que les llevan o a cosas españolas o internacionales. “Nosotros hacemos muchas misiones que no se ven para proteger nuestros intereses marítimos allá donde sea necesario”. Una misión que ahora le ha llevado a la isla de La Palma para hacer trasporte desde el puerto de Tazacorte hasta una playa próxima para que los agricultores puedan seguir haciendo su labor sin ponerse en peligro por la lava que desprende el Volcán.