¿Qué está detrás del calor de noviembre? La teoría que señala como motivo la erupción de un volcán

En 'Poniendo las Calles' damos respuesta a la pregunta que todo el mundo se está haciendo y suele hablarse del cambio climático como único motivo

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¿Qué está detrás del calor de noviembre? La teoría que señala como motivo la erupción de un volcán

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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España está viviendo un otoño inusualmente cálido después de una primavera y un verano también especialmente ardientes. Temperaturas que rozan los 30 grados en los primeros días de noviembre en muchas zonas del país y que están afectando también al campo por la falta de lluvias. En 'Poniendo las Calles' se preocupan por esta situación y el programa que acompaña a todos aquellos que siguen despiertos en la madrugada pone en el foco como posible razón de esta cuestión la erupción de un volcán.

Normalmente, estos episodios producen un enfriamiento del clima. El basalto de inundación que sale de la boca de los volcanes provoca esta reacción, como lo demuestran varios estudios. Aun así, hay otras investigaciones que sugieren todo lo contrario, es decir, que algunas erupciones pueden provocar un calentamiento en la Tierra. Esta cuestión es parte de estudio desde la NASA, sobre todo en los últimos años.

En primer lugar siempre se apuntó hacia el cambio climático. Por ejemplo, el meteorólogo de Meteored, José Miguel Viñas, ha explicado en S.O.S. Tierrala sección de ‘TRECE al día’ esta misma semana que los 35 grados en Jerez de la frontera o los 30 del País Vasco son signos de este problema global. Pero en 'Poniendo las Calles', Irene Santa, física y meteoróloga de eltiempo.es, ha hablado sobre el efecto del volcán Hunga Tonga.

El volcán

La poderosa erupción submarina ocurrida el 15 de enero pasado en el Pacífico Sur generó una fumarola que alcanzó los 57 kilómetros de altura, lo que la convirtió en la más alta alguna vez registrada. Esos gases de volcán fueron los primeros en haber cruzado la mesosfera en la historia, con una columna suficiente para llenar más de 58.000 piscinas olímpicas con 146 teragramos de vapor de agua, equivalente al 10% del agua ya presente en esa atmósfera.

"El vapor de agua es un gas de efecto invernadero y llegó muy alto. Se quedó en la estratosfera, donde podría quedar más tiempo sin disiparse. Los datos no son claros en relación con las temperaturas de los últimos meses, pero, en todo caso, la contribución de esta cuestión al aumento de la temperatura global no es comparable con la concentración de CO2 actual", apunta Irene Santa en 'Poniendo Las Calles'.

La experta deja la puerta abierta a que sí pueda tener influencia y por ello espera con ganas la publicación de los estudios que están en marcha. Aun así, no cree que se pueda comparar al impacto que tiene la contaminación que llega desde otros puntos a la atmósfera. De hecho, no es el único experto en recalcar esta cuestión.

J. J. González Alemán, doctor en Física y Meteorólogo Superior de la Aemet, escribió una publicación en relación con esto. "Se está hablando mucho sobre la influencia del volcán Hunga Tonga en el calentamiento anómalo de estos últimos meses. Pero hay que dejar claro que no se ha demostrado. Se ha planteado como una hipótesis posible, y en ese caso sería solo parcialmente, pero no se ha demostrado", escribía.