La razón por la que eliges tu perfume

El perfume es un buen reflejo de nuestra personalidad y sin darnos cuenta nos aporta no pocos beneficios

Perfume en imagen de archivo

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Nariz y cerebro caminan de la mano cuando de gestionar olores se trata. Nuestro cerebro tiene la fascinante capacidad de memorizar y recordar los olores que previamente ha atrapado la nariz. Es más, puede incluso reconocerlos mucho tiempo después de haber registrado ese aroma.

El caso es que a medida que el cerebro procesa los olores, se producen conexiones entre esencias y recuerdos específicos. Es por ello por lo que un olor pueda evocar un recuerdo de una situación, lugar o persona y además seguir haciéndolo durante mucho tiempo después.

Hay que tener en cuenta que el olfato está además estrechamente ligado con el sentido del gusto, es decir, "lo que permite reconocer el sabor del melocotón no es la sensación de dulce que percibimos a través de las papilas gustativas, es el perfume que emana de la fruta y que penetra en la nariz tanto en el momento de acercarlo a la boca como cuando lo estamos masticando y accede a la mucosa olfativa por la vía retro-nasal", explica a cope.es Joaquim Carner, director de Carner Barcelona.

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Pero ¿por qué elegimos una fragancia y no otra? Partimos de la base de que la razón queda al margen del sentido del olfato. Los perfumes nos transmiten emociones y eso influye en su elección. "Una persona que pasa sus veranos en el mar puede decantarse por una fragancia fresca, marina... porque le traiga buenos recuerdos".

En este sentido Joaquim Carner es contrario a relacionar determinadas esencias con nuestro sexo. "El hecho de que comercialmente siempre se haya vendido la idea de que los perfumes florales son para mujeres y los amaderados para los hombres, es una tontería, cada uno debería escogerlo en función de las sensaciones que sienta al olerlo".

Aunque no nos demos cuenta, nuestro perfume dice mucho de nosotros, refleja nuestra personalidad, por eso es probable que alguien que quiera dejar huella prefiera un perfume potente. Además juega un papel muy importante en nuestras relaciones sociales ya que influye a la hora de dejar una primera buena o mala impresión.

Y viceversa, el hecho de llevar un aroma agradable, nos hará ganar confianza en nosotros mismos y sentirnos más atractivos y seguros para afrontar nuestro día a día, incluso puede hacer que nos sintamos más relajados.

Sin embargo describir ese olor que nos atrae es difícil. "Se tiene que apelar continuamente a sensaciones más personales que culturales". En cualquier caso, existen cuatro grandes familias olfativas, que dependen de los ingredientes que lleven; amaderadas, cítricas, orientales o florales".

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