Mery Peña, ROAR: “Es horrible oír cada noche gritos y chillidos de gente a la que han robado”
Vecinos de Barcelona se han organizado en un grupo para combatir la inseguridad en la ciudad
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El grupo ROAR, Residents Organization Against Robbery, ya congrega más de 9.000 usuarios en Facebook. Son habitantes de Barcelona que, ante la inseguridad creciente en la ciudad, han decidido ponerse manos a la obra para hacer frente al problema.
Hablamos con Mery Peña, una de los integrantes de ROAR, que en inglés significa ‘rugir’. En su grupo en la popular red social, de carácter privado y al que hay que pedir permiso para unirse, se dedican a compartir datos sobre hurtos y robos acaecidos en Barcelona. Cuentan con un pequeño formulario para llevar un registro de los delitos sufridos o presenciados por sus miembros y un mapa donde los ubican geográficamente.
Aunque en sus inicios organizaban también patrullas ciudadanas, han decidido abandonar esta vía. Por esa razón, aparte de ROAR, existe otro grupo que sí se dedica a peinar el metro en búsqueda de carteristas. Son los Guerreros por Barcelona, que se denominan así en honor a una de las cazacarteristas más famosa de la ciudad, Eliana Guerrero. De este modo, existen dos grupos distintos, con unos mismos objetivos, pero que difieren en el método concreto para lograrlos, como en el caso de las patrullas.
Su meta es que los legisladores tomen nota de sus quejas: “Un cambio en la ley es lo único que a largo plazo va a tener impacto”. Persiguen “que se castigue la reincidencia” y asevera que no van a parar hasta conseguirlo.
Peña remarca que ellos no quieren usurpar funciones a nadie: “Nosotros no estamos ni para hacer la tarea de la policía, ni la de los vigilantes de seguridad”. Pero, añade, que los profesionales “no llegan”, porque “la cantidad de gente que vive de robar es impresionante”.
Desde la creación del grupo, remarca que han detectado un incremento significativo de los robos con violencia en la calle. Por eso, su objetivo es “empoderar a la gente” para que no sean víctimas y fomentan el uso del silbato. “Es un elemento importante para usarlo como alerta cuando se presencie una situación de peligro”, cuenta Peña.
En su caso particular, confiesa que su implicación en el grupo “nace de la frustración personal”, ya que a su marido, Roger, de origen británico, “le han robado varias veces en Barcelona”. En una ocasión, les ocurrió estando de mudanza y destaca que “si vas en el metro con una maleta grande, ya eres una potencial víctima”. Y es que son los turistas las presas favoritas de los ladrones “porque están de vacaciones y tienen la guardia baja, llevan efectivo y es menos probable que denuncien”. ROAR está compuesto por muchos barceloneses de adopción, ya que al ser tomados por turistas, son víctimas con más frecuencia de los ladrones.
Destaca el elevado riesgo que existe en todo el distrito de Ciutat Vella, y, últimamente, en el barrio de El Born, especialmente por la noche. “Si un chico va caminando a casa después de una noche de fiesta, es una víctima potencial. Cuatro o cinco personas lo siguen, lo atacan por detrás, lo echan en el suelo, lo reducen y cada uno lo agarra de una extremidad hasta que le pueden sacar el móvil y la cartera”. Y agrega: “Si esta persona se resiste, hay más violencia”. Habla de casos en los que hay víctimas que han acabado con los dedos rotos. “Es horrible oír cada noche gritos y chillidos de gente a la que han robado, que les han quitado el móvil”.
Ante las acusaciones de racismo que se les han lanzado por, en ocasiones, compartir los rasgos étnicos de los presuntos delincuentes, Peña es contundente: “El problema no es la migración, muchos de nosotros somos migrantes. Si vienes a Barcelona a convertirla en tu hogar, es una cosa; pero, si vienes a robar, no tienes cabida”.