ENFERMERÍA

Morante regresa a Sevilla sin conocerse el verdadero alcance de su lesión

El diestro sevillano ha sufrido una fuerte voltereta este sábado en la reinauguracíon de la plaza de La Línea.

Morante de la Puebla siendo conducido a la enfermería tras su percance en La Línea

Agencia EFE

Publicado el - Actualizado

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El torero José Antonio "Morante de la Puebla" ha regresado a Sevilla sin que se sepa, de momento, el verdadero alcance de la lesión sufrida hoy en La Línea de la Concepción, ni el resultado del estudio radiológico al que ha sido sometido en el hospital de esta localidad gaditana.

Según ha podido saber EFE, Morante será sometido a nuevas pruebas que dictaminen finalmente si podrá hacer frente o no al compromiso de mañana en la Real Maestranza de Sevilla, en la tradicional corrida del Domingo de Resurrección.

Desde el entorno del torero de La Puebla del Río se mantiene un hermetismo y las informaciones a estas horas de la noche son las mismas que salieron a la luz esta tarde desde la enfermería del coso taurino, donde los galenos diagnosticaron una "luxación acromioclavicular", pendiente del citado estudio radiológico, al que, teóricamente, ha sido sometido a su llegada al hospital.

No se sabe, por tanto, si la lesión es más o menos grave, aunque, no obstante, con una luxación es muy difícil que pueda estar presente mañana en el ruedo de la Maestranza sevillana, donde está anunciado con los mismos dos toreros con los que ha compartido terna esta tarde en La Línea: Juan Ortega y Pablo Aguado.

Morante resultó cogido por el toro que abrió el festejo de hoy en este municipio gaditano, un animal de Cuvillo al que había logrado meter el canasto gracias al temple y a la suavidad que le dio en todo lo que le hizo, ayudándole a tirar hacia adelante.

Pero en un pase de pecho como remate de una serie por el derecho el animal se le quedó debajo y, en la huida, le prendió y le volteó, cayendo el torero con todo su peso sobre el hombro izquierdo.

Visiblemente maltrecho, Morante marchó por su propio pie a la enfermería, y de ahí directo al hospital para ser sometido a varias pruebas que determinasen el alcance de una lesión que, a estas horas de la noche, sigue siendo una incógnita.

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