Diez retos a los que debe enfrentarse una madre

Cada madre es un hijo, y cada hijo es un reto. Puede haber tantos retos como hijos, pero en COPE te damos claves para ser la mejor madre 

Diez retos a los que debe enfrentarse una madre

Laura Otón

Publicado el - Actualizado

12 min lectura

Estás pensando en ser madre o eres madre experta. Nos une los mismo, los retos que tenemos por delante, los retos que hemos superado. En la sociedad en la que vivimos, la información nos llega por todos los lados. La tenemos en el bolsillo a golpe de clic. Nadie puede sentirse engañado por falta de información, por eso cuando se pronuncia esa frase de “a mi me han engañado con la maternidad”, siempre pienso: ¿de que planeta viene ésta?. Sin embargo, tener toda la información no significa tener la mejor información. Hay que saber buscar, encontrar y seleccionar. A juzgar por los datos del Instituto Nacional de Estadística las mujeres cada vez retrasan más la maternidad, la edad media se sitúa en los 32 años, cuando en 1975 el primer hijo llegaba a los 25 años. Esto implica que no te interesa el tema de la maternidad hasta que no te ves inmersa en ello. Es lógico que no hayas leído artículos, ni sigas a madres influencers, ni te interese “Cómo bajar la fiebre cuando el bebé se pone en 40”. Pero todo comienza mucho antes.

Mara Castillo, es madre, enfermera y está al frente del proyecto Desconecta y descansa. “Las madres lo son a más edad y son mujeres muy preparadas que quieren profesionalizar los cuidados de sus hijos en los primeros meses de vida y prefieren contar con la ayuda de personal cualificado antes de acudir como se ha hecho siempre, a las madres. Además muchas cosas han cambiado gracias a la investigación y no se hacen como se hacían antes”. Este grupo de profesionales ofrecen formación en los primeros cuidados, lactancia y alimentación, pero también acompañamiento de manera personalizada en los domicilios de las futuras madres. Han atendido a más de cinco mil familias con una gran presencia de los padres que cada vez participan más.

En los primeros momentos, la madre era la referencia para una embarazada. Después, los blogs se convirtieron en el lugar de búsqueda y encuentro para las madres primerizas. Ahora las redes sociales y sobre todo Internet, se ha convertido en el lugar de encuentro para todas esas madres hiperconectadas que necesitan estar informadas en lo que está por llegar o en lo que están inmersas. Pero nunca deberían quedarse sólo en esta plaza virtual, sino que es necesario recurrir a profesionales. De hecho, cada vez son más los servicios de coaching en maternidad que se ofrecen.

Ese acompañamiento es el que realiza Claudia Paciente en entremamas.org donde veinte profesionales, mujeres y madres acompañan también en formación a través de charlas o talleres para elegir el parto, hablarte del vínculo, el sueño del bebé y crear un clima de confianza a través de grupos de madres que comparten su experiencia. Llevan más de diez años ofreciendo sus acompañamiento de manera profesional porque hay una necesidad de apoyo en ciudades grandes donde las mujeres se sienten solas sin la cobertura de un tejido familiar.

¿CUÁLES SON LOS RETOS DE LA MATERNIDAD?

Cada madre es un hijo, y cada hijo es un reto, puede haber tantos retos como hijos. Generalizando mucho nos atrevemos a darte diez retos para afrontar la maternidad:

El reto del amor. Cuando como padres decidís traer un hijo al mundo, éste ha de llegar a un hogar donde reine el amor y el respeto de una pareja sólida. La familia es el primer lugar de socialización y ese entorno cría hijos y crea personas. Los hijos no son una propiedad de los padres, son un don. Una madre no debería ver la maternidad como una forma de realización personal.

El reto de vencer el miedo. Cuando estamos esperando un hijo, en los meses de embarazo las hormonas hacen de las suyas y despiertan nuestros miedos o inseguridades. El reto es cuidarse, con un seguimiento obstétrico adecuado desde el primer momento, vivir cada trimestre con la información adecuada que te dé tranquilidad. Y rodearte de personas que te den tranquilidad.

Cuando llega el momento del parto conviene haber elegido bien el hospital, con qué tipo de parto nos sentimos más cómodas a la vez que protegemos nuestra integridad y la del bebé. También puedes elegir entre la lactancia materna y la artificial. Conviene que busques ayuda para asesorarte convenientemente.

El reto de entender que tu vida no te pertenece. Y no es nada trascendental ni espiritual, es una realidad. Ese amor tan incondicional que sientes, ese amor de entrega absoluta te va a hacer entender lo que es dar la vida por el otro, y ahora tu vida depende absolutamente de lo que rodee a tu hijo.

El reto de la conciliación. Esa palabra que repetimos como un mantra pero que ni se la ve ni se la espera, está haciendo mucho daño por la frustración que supone no conseguir conciliar vida profesional y personal sin ver reducida la jornada y con ello tu sueldo. Los abuelos siguen siendo la opción más habitual para hacer encajar las agendas de los padres. Pero no todas las madres disponen de su ayuda.

El reto de los súper poderes. Descubrirás que tienes poderes que nunca sospechaste. La fuerza interior de una madre es increíble. Ante los problemas que surjan sean más grandes o más pequeños, tú tendrás la capacidad de crecerte ante la adversidad. Sacarás fuerza, valor, inteligencia, clarividencia y paciencia de donde nunca sospechaste, y desarrollarás cualidades que no te conocías. Sí, todas llevamos una guerrera dentro. Escuchar y observar a los hijos es la mejor manera de prevenir.

No es solo embarazo, parto y lactancia. La maternidad es de por vida, y a niños mayores, mayores problemas. Los primeros retos de la crianza pasarán por elegir sus cuidados en guardería o en casa; pasará por elegir el mejor colegio; pasará por acompañarles en el reto de la educación no solo curricular sino en sentimientos y emociones, en la vida misma. Pero el reto es amar al adolescente que está por llegar con la misma ternura que si fuera ese lactante que tanto añoras. La adolescencia es un momento para desarrollar esos poderes porque la convivencia se complica. La adolescencia tiene sus propios retos.

El reto de los límites. Los hijos necesitan sentir que están acompañados. Educarles en esta nueva era de la digitalización pasa por aprender también como madres donde están los riesgos y las oportunidades. No dejarles solos con la tecnología sino educarles como lo haremos para que salgan a la calle. Ahora el móvil es su primera puerta al mundo. Aprender juntos y enseñarles desde que son pequeños para crear confianza.

El reto de la salud. Es importante ahora que tenemos tanta información sobre las enfermedades que aprendamos a comer saludable con ellos. Que les enseñemos lo importante de renunciar a una vida sedentaria. Que apostemos por el deporte que más nos gusta, el que podamos practicar en familia y que además nos sirva para vivir momentos inolvidables juntos.

El reto de asumir que equivocarse es de madres. Lo hacemos todas. No siempre los planes salen como pensamos y tampoco pasa nada. El camino puede ser diferente si la meta es la misma. Se sufre menos y se vive mejor adaptándose a las circunstancias, la búsqueda constante de la felicidad agota y disfrutar los pequeños momentos construye la felicidad completa. Esa que como madre seguro que buscas.

LOS RETOS REALES DE 10 MADRES REALES

“Un madre hace de atleta, de economista, de psicóloga, de despertador, de agenda personal, de cuentacuentos, de payaso, de pañuelo de lágrimas e incluso de sargento a veces... ¿te parecen pocos retos?”

Le hemos pedido a diez madres reales cuáles son los retos a los que se han enfrentado en su maternidad. Y éstas son las respuestas:

Esther: La verdad que no me había planteado nunca el ser madre como un reto...así que me has dado que pensar...pero sin duda al mayor reto que me enfrento es conseguir que mis hijos lleguen a ser buenas personas, y que sean felices. Hacerles ver que aunque están en un mundo en el que se les exige ser los mejores en todo, a veces ser el mejor en algo no te da la felicidad. Que aprendan a ser felices con lo que Dios les va poniendo en su camino. Y que sepan apreciar todo lo que tienen alrededor...Otro gran reto... que sepan decir NO, a las cosas y las personas que no les aportan nada bueno, pero que no les nieguen su ayuda porque, a veces, ellos pueden ayudar a que los demás también sean un poco mejores.

Marta: Para mi el mayor reto es educarles en que sean empáticos y tengan buen corazón.

Inés: El mayor reto para mí fue aceptar que, físicamente después de tres cesáreas no podía arriesgarme a un nuevo embarazo, y el descubrir a través de la adopción que lo único que diferencia a mis cuatro hijos es la forma en la que llegó Bárbara a casa.

Auxi: Cuando el penúltimo era bebé y estaba ingresado, ir cada tres horas al hospital a darle el pecho y estar a tiempo a recoger a sus hermanos del cole. Ahora el encajar cada minuto donde hay que estar, llevar a cada hijo a donde tienen que ir y llegar a tiempo a todo.

Rebeca: No sé si es mi mayor reto, pero uno de los más importantes es intentar dar la mejor versión de mí misma delante de ellos. Está claro que ellos hacen lo que ven y no lo que les dices, así que aunque no siempre lo consigo con ellos intento ofrecer mi mejor cara haya pasado lo que haya pasado. Y otro de los retos es la conciliación, esa gran mentira sobre todo cuando no cuentas con ningún apoyo familiar y externo.

Gema: Pues cuando decidimos mudarnos a California y empezar de cero. Mi mayor preocupación era sacarlos de su casa, sus cosas, sus abuelos, primas, tíos, amigos y encima en otro idioma. Me comía la angustia y la preocupación de si lo que íbamos a hacer sería positivo o no para ellos. Gracias a Dios lo superaron sin problema y esto les ha hecho mas fuertes.

Inma: el mayor reto al que me he enfrentado como madre no sé si será haber tenido dos mellizos cuando mi hija mayor no tenía todavía 2 años, haber tenido el cuarto hijo ya en una edad avanzada y haberme jugado el puesto de trabajo. Pero el mayor de todos los retos fue que mi hija mayor nació con una malformación en la cara y tuvimos que operarla 11 veces. Luchar todos los días contra los niños que se metían con ella, contra las personas que nos miraban mal por la calle cuando salíamos a pasear; haberla apoyado, haberla hecho una persona valiente y decidida libre segura y a los 26 años conseguir que tuviera una sonrisa perfecta y que ahora sea una maravillosa profesora.

María: El mayor reto al que me enfrento, con 3 hijos de edades muy similares -10-8-6 años, es controlarme y no gritarles cuando no obedecen, después de decirles las cosas mil veces, o cuando se pelean constantemente.... Reconozco que grito y mucho, sabiendo todo lo malo que es, y lo poco educativo, pero controlarme en esos momentos me resulta muy complicado. Reconozco que no es solo problema de que discutan, también de estrés por mi parte y falta de tiempo... les transmitimos prisas que ellos no entienden.

Belén: Yo creo que todos los días  nos enfrentamos a multitud de retos; desde que se tomen el desayuno sin ninguna incidencia (o mancha en el uniforme) hasta evitar que los hermanos lleguen a las manos  por algún juguete... El día a día de una madre pasa por multitud de de obstáculos, como si de una yincana se tratase. Siempre llegamos a tiempo para recoger a los enanos en la otra punta de la ciudad, hacemos que los números cuadren para pagar el cole, las extraescolares, los juguetes, el cine o el dentista. Abrimos bien las orejas cuando nos cuentan un problema, y mucho mejor aún, lo intuimos antes de que nos lo cuenten, organizamos sus agendas repletas de cumpleaños; una vida social mucho más intensa que la tuya propia. Les hacemos reír, les achuchamos cuando lloran y, probablemente uno de los retos más duros, les reñimos cuando hay que hacerlo...¡qué difícil es educar! Un madre hace de atleta, de economista, de psicóloga, de despertador, de agenda personal, de cuenta cuentos, de payaso, de pañuelo de lágrimas e incluso de sargento a veces... ¿te parecen pocos retos?

Isabel: Como madre ha habido dos momentos claves. Uno con el pequeños cuando tenía tres añitos y se le notaba un temblor en la mano, empecé a llevarle a los médicos y por la rigidez motora y los síntomas que presentaba me dijeron que podía ser Parkinson infantil. En ese momento tu vida se derrumba, y empieza el camino de hospitales y pruebas para saber qué ocurre realmente. En ese momento por motivos laborales su padre viajaba bastante y no podía acompañarnos, con lo cual tenía que esperar lo que me iban diciendo yo sola y fue una experiencia dura. Gracias a Dios se descartaron enfermedades importantes y aunque a sus 16 años perdura el temblor su vida es normal. El segundo momento ha sido más reciente: cómo gestionar mis sentimientos como madre cristiana cuando mi otro hijo me dice que quiere ser sacerdote. Cómo toda madre quiero lo mejor para mi hijo, y yo le veo feliz con su decisión pero una parte de mi añora a ese niño pequeño para la que su mamá era lo más importante. Al mismo tiempo me siento orgullosa de que siendo un adolescente quiera dar un paso que por desgracia, en estos momentos, salvo para la familia de la iglesia, ¡no es fácil de entender! Por el curso que hace, me preguntan con frecuencia: “y tu hijo, ¿qué va a estudiar?”. Y cuando lo digo me doy cuenta que hay personas que no saben qué decir o, que con la cara que ponen, lo dice todo.

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