La ácida crítica de una emigrante española a Greta Thunberg que deja en mal lugar a Pedro Sánchez y a Iglesias

Adela hace siete años se vio obligada a migrar de España buscando un futuro

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Adela tiene 31 años. Hace siete se vio obligada a migrar de España buscando un futuro, ya que aquí no tenía oportunidades de encontrar un empleo como bióloga. Actualmente reside en Dinamarca, a miles de kilómetros de su León natal. Como sucede en muchos casos, España es el país que invierte en dar formación a las generaciones más jóvenes, para que luego el talento sea reconocido en el exterior.

Pese al trabajo estable que le proporciona Dinamarca, Adela no termina de adaptarse a su vida y costumbres. Es diciembre, y un año más el frío arrecia desde hace varias semanas y las noches cada vez son más largas en Copenhague. Siente muy lejos a su familia y solo cuenta las horas que le quedan para regresar a su tierra por Navidad.

Y es que Adela se ha resignado a que a medio plazo no podrá regresar. Las pocas oportunidades que gozan los jóvenes en España, pese a su gran preparación académica, le hace ser pesimista.

El calendario festivo entre ambos países es tan diferente que, Adela, no tuvo oportunidad de asistir a la boda de una de sus mejores amigas o a la comunión de su sobrina. Ausencias que nuestra protagonista sintió durante largo tiempo, hasta el punto de que las lágrimas caían de sus ojos a borbotones cada vez que lo pensaba.

La sensación que experimenta Adela en la actualidad es que todo el esfuerzo que empleó como estudiante durante años para labrarse un futuro en su país ha quedado en la basura. La fuga de talento no se ha detenido desde el estallido de la crisis en 2007. Una realidad que lastra las posibilidades de un territorio para crecer y ser más competitivo.

Adela, al igual que otros tantos jóvenes, achacan esta situación a la escasa visión de Estado por parte de los dirigentes políticos actuales, más centrados en sus intereses partidistas que en pensar en las próximas generaciones y en impulsar medidas que permita el retorno del talento juvenil con un proyecto atractivo.

De hecho, Adela considera un insulto a su inteligencia que tras dos elecciones, los dirigentes sean incapaces de llegar a un acuerdo para formar un gobierno estable, o que todos estén en la meta de salida para hacerse la foto con la “Greta Thunberg” de turno.