Carolina fue despedida durante su segundo embarazo: “Me dijeron que había terminado mi contrato.”

Con la ayuda de RedMadre, Carolina saca adelante a sus tres hijos

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Carolina fue despedida durante su segundo embarazo: “Me dijerron que había terminado mi contrato.”

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Carolina espera desde hace dos meses a su tercer hijo. Su situación económica y laboral le han obligado a recurrir a la Fundación RedMadre. Sus problemas comenzaron con el nacimiento de su segundo retoño, momento en el que fue despedida de su trabajo como profesora de apoyo en una academia de inglés. Su marido tiene contratos temporales. La inestabilidad marca la vida de ambos: “Me despidieron por quedarme embarazada. Esperaron a que cogiera la baja, y en el momento de tramitarla, me dijeron que había terminado mi contrato. Ahora estoy buscando un nuevo empleo, y no es el momento para tener un tercer bebé. Pero nunca he pensado en abortar por convicción. Por eso, mi primera opción era pedir ayuda y seguir adelante.”

Eso sí, Carolina nos confiesa que realmente no le compensa encontrar un puesto de trabajo, ya que ello implicaría contratar a una persona que cuide de sus otros dos hijos: “Teniendo en cuenta que los sueldos son muy bajos y los canguros son caros, al final no compensa. Además no tenemos ningún tipo de ayuda de las administraciones.”

Carolina nunca se había planteado tener un tercer hijo, motivo por el que vendió o regaló los carritos, la bañera o la ropita. Por ello, RedMadre le proporciona estos enseres. Nuestra protagonista reconoce además haber sufrido presiones por parte de su entorno para que no diera el paso de continuar con la gestación de su criatura: “Algunos piensan que estoy loca. Apenas vivimos con mil euros para alimentar cinco bocas. Nuestra cuenta corriente siempre está en negativo. Es muy difícil, porque siempre tenemos gastos imprevistos como arreglar el coche, que tiene ya 12 años, pero lo necesitamos. A ello hay que sumarle los gastos corrientes como la factura de la luz, el agua o la casa.”

Pese a las dificultades, tanto Carolina como su pareja están muy unidos, y confían en que saldrán adelante: “Recuerdo que cuando le comenté a mi marido que estaba otra vez embarazada, se quedó blanco, pese a la alegría. Estaba asustado. Los dos lo estamos, porque estamos en una situación de incertidumbre. No se si podremos salir adelante, o si nos meteremos aún más en el agujero.”

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