El origen de los seres humanos y las preguntas que la Ciencia no puede responder sobre el inicio del Universo

En 'Siempre aprendiendo' del periodista y sacerdote Josetxo Vera, ahondamos en el Génesis 

Josetxo Vera

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Este tiempo de confinamiento como consecuencia del COVID-19 nos está cambiando a todos, con tantas horas en casa para pensar. Ha cambiado la forma de relacionarnos, de apreciar a los que tenemos cerca y lejos, a los que nos faltan. Estamos todos reencontrándonos con una pregunta trascendental: ¿Qué es el hombre? ¿Qué es el ser humano? ¿Cuál es su misión? ¿Qué le hace diferente? En el podcast 'Siempre aprendiendo' del periodista y sacerdote Josetxo Vera, profundizamos en lo que implica ser humano y sus orígenes.

Y es que dependiendo de cómo entendamos al ser humano, sacamos conclusiones valiosas. Dependiendo de lo que pensemos sobre el ser humano, determinadas cuestiones como el aborto, el racismo o la eutanasia pueden tener su sentido. Por ejemplo, ¿dónde reside la dignidad del ser humanos? ¿Depende de su sabiduría, del dinero, delos que tienen más o menos edad...? Es importante saber qué hace digno a un ser humano. Si esa dignidad crece o se puede perder. Otra cuestión importante es el tema de la libertad, lo que es, cómo se limita, cuál es la dimensión social del hombre...

En la Biblia, en el libro del Génesis, se narran los orígenes. El origen del mundo, de la Humanidad y del Pueblo de Dios. El Génesis no es un libro científico ni de Historia sobre la realidad de la Creación. El Génesis dice, sobre la Creación, que se hizo en seis días con varios momentos claves: la creación de la luz que da sucesión al tiempo; la creación del espacio; el nacimiento de la tierra y el mar; la creación de los astros; los primeros seres vivos; y en el sexto día surgen los animales terrestes, entre ellos el hombre.  

La Ciencia por su parte, establece sobre la creación del hombre la teoría del Big Bang, es decir, la gran explosión. En ese momento surge la materia del Universo ,cuando se expande y surge el espacio. Tras la explosión, el Universo se enfría para formar primeras partículas. Es el momento inicial según la Ciencia. Esto deja en el aire dos preguntas: ¿Toda esta materia condensada que explotó estuvo ahí toda la eternidad, o fue creada? ¿Por qué se produjo hace 13.800 millones de años esta explosión? De la nada, nada sale. Un alguien debió poner esa materia para que explotara. Alguien debió poner esa materia para que en un momento dado, cuando él quisiera, explotara. Es decir, aceptamos el Big Bang como teoría científica  pero no da respuesta a todo, porque esas dos preguntas no las puede responder. 

Luego, esa materia inerte fue interactuando y estableció sus leyes, y hace 3.800 millones de años empezó la vida en la Tierra. ¿Cómo comienza la vida? Hay que contar con una intervención de alguien que ordena y crea las cosas. La Ciencia tiene un colapso sobre cómo se pasa de la materia inerte a la vida. Hay un salto que es difícil de dar científicamente. Hay una intervención de Dios. 

La vida se desarrolla, evoluciona, los seres vivos se hacen cada vez más complejos. Empiezan en el mar con algas, plantas, surge el reino animal... A veces a la Iglesia le preguntan sobre el evolucionismo de las especies, y pensamos que sí, que existe. Es un reino animal cada vez más complejo. 

La aparición del ser humano evoluciona de los primates anteriores pero... ¿hay un plus o un añadido que no es mera evolución? Los seres humanos tienen elementos en común respecto a los animales de los que dice que descienden, el mono. A lo mejor sí, pero tiene muchísimos elementos que los diferencia. Hay algo más detrás. Alguien ha intervenido. 

Si es  interesante saber los elementos que tenemos en común con nuestros antecesores, aún más intenresante es saber lo que nos hace diferente, lo que nos hace humanos. Lo que nos define y tenemos que defender y proteger. Algunos de los rasgos que nos encontramos en los humanos y no existen en los animales;

- Lo primero, la elaboración de herramientas complejas;

- La creación de enterramientos, el respeto a los muertos. Los animales no entierran ni veneran a sus muertos.

- La representación y el arte ruprestre para enseñar a cazar. Esto implica comunicación verbal elaborada.

- Capacidad de cuidarse entre ellos. Si  a un homínido se le rompía el fémur y se le curó luego para seguir viviendo, es que alguien le cuidó. Un animal no es capaz. 

El Génesis sitúa al hombre en la cumbre de la Creación. Son esos rasgos humanos, que es capaz de conocer, acumular conocimiento y compartirlo, puede hacer Ciencia. Es capaz de adaptar el entorno, mientras los animales se adaptan a él. Es capaz de la trascendencia, de la espiritualidad, de la Religión y la Filosofía. Estos son los orígenes.