TENIS
Alcaraz confirma que su problema en el tobillo "no ha sido nada serio"
Además, apuntó que no le sorprendió "la repercusión" que ha tenido ese arranque de furia que tuvo en Cincinnati donde rompió la raqueta contra el suelo.
Madrid - Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Carlos Alcaraz dijo que afronta el Abierto de Estados Unidos con "borrón y cuenta nueva" tras lo sucedido en el Masters 1.000 de Cincinnati, donde cayó en su estreno ante Gael Monfils y en donde destrozó su raqueta en el suelo en un momento de rabia.
"No vengo con más hambre de la cuenta para quitarme una espina que tenga clavada de Cincinnati sino obviamente yo, a cada torneo que voy, quiero hacerlo bien, quiero ganarlo. Aparte, el U.S. Open es un torneo muy especial para mí y es uno de los mejores torneos del mundo, sin ninguna duda", explicó en una rueda de prensa.
"Tengo muchísimas ganas de hacerlo bien y de ganarlo, pero no por lo que haya hecho o lo que haya pasado en Cincinnati. Eso, más o menos, ya lo tengo borrado y la verdad es que no he querido pensar mucho más en el partido de Cincinnati sino borrón y cuenta nueva", añadió. Alcaraz, número 3 del mundo, también apuntó que no le sorprendió "la repercusión" que tuvo ese arranque de furia inédito en su carrera.
"La repercusión no me ha sorprendido porque es algo nuevo. Algo nuevo para todo el mundo, para mí también. Yo nunca había reaccionado de esta manera pero al mismo tiempo pienso que es algo normal. No el reventar la raqueta como lo hice, pero tener algún tipo de reacciones que al final no te controlas, que no te controlas a ti mismo", opinó.
"Creo que todo el mundo en algún momento de su vida no se ha podido controlar sus emociones y ha hecho cosas que no quería. Yo cuando vi el vídeo después cuando ya salí del partido, obviamente pensé en lo que hice, que no es lo correcto, que no es lo que hay que hacer, por lo menos por mi parte y lo que yo pienso. Pero más allá de ahí creo que es una reacción humana", agregó.
Susto
Alcaraz aseguró este sábado que no le afectaba "en absoluto" llegar al Abierto de los Estados Unidos, cuarto y último 'Grand Slam' de la temporada sin haber jugado demasiado en pista dura, y también tranquilizó sobre su estado físico tras tener que dejar su entrenamiento por una torcedura de tobillo.
El campeón de Roland Garros y Wimbledon sufrió el percance mientras entrenaba con el argentino Francisco Cerúndolo y decidió parar el entrenamiento, aunque ante los medios confirmó que había sido más por precaución que por un daño real que pusiese en riesgo su participación en Nueva York.
"Simplemente detuve mi entrenamiento por precaución. No me sentía bien ni lo suficientemente cómodo como para seguir entrenando por si pudiese empeora, pero después de unas horas, me siento bien, así que este domingo intentaré volver a entrenar al cien por cien sin pensar en ello", señaló Alcaraz en rueda de prensa.
El murciano dejó claro que no estaba "preocupado en absoluto" por su participación en el último 'grande' del año. "Estaba enfadado porque no quería dejar de entrenar, también para respetar a Cerúndolo, porque quiero entrenar, mejorar y jugar. El tobillo no me preocupaba, estoy seguro de que el domingo o el lunes estaré al cien por cien seguro", remarcó.