GANADOR DEL GP AUSTRALIA
Carlos Sainz, del hospital a lo más alto del podio en 15 días y sin equipo para 2025
Hace 15 días era operado de apendicitis, realizó el viaje más largo del año y con dolor se subió al Ferrari para conseguir la victoria en Australia y romper la racha de Red Bull.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La temporada 2024 de Carlos Sainz no está siendo nada fácil. Pese a haber sido el único piloto capaz de romper la hegemonía de Red Bull en 2023, poco antes de arrancar la misma, el pasado 1 de febrero, saltaba la bomba. Ferrari fichaba a Lewis Hamilton y no iba a renovar su contrato. Entre el madrileño y Leclerc los italianos se decantaban por el segundo y obligaban a Sainz a hacer las maletas en 2025. Una bofetada antes de empezar el Mundial.
Fiel a su caracter luchador, el 'matador' no se rindió, siguió trabajando y tras una gran pretemporada llegaron los frutos en Baréin, primera carrera del año, con un brillante tercer puesto por detrás de los intratables Red Bull. Sainz plantaba cara a las adversidades con trabajo y resultados, pero el destino no quería ponérselo tan fácil.
La apendicitis
El GP de Arabia Saudí iba a ser la segunda prueba. El español viajó a Jeddah enfermo, no pudo participar en las actividades previas al evento y se subió a duras penas al Ferrari en los primeros Libres. El viernes, antes de la clasificación, saltaba la noticia. No iba a poder correr porque tenia que operarse de apendicitis con urgencia. Oliver Bearman le sustituía y acababa séptimo. Mientras su compañero Leclerc calcaba su resultado de Sakhir y escoltaba en el podio a los Red Bull desde la tercera plaza. 1-1 en esa pelea por demostrar a la escudería que se habían equivocado escogiendo al compañero de Hamilton en 2025.
Tocaba plantar cara al dolor y al destino y tirar de coraje en Australia. Solo quedaban 15 días para la carrera de Albert Park y parecía una quimera que Carlos pudiera ponerse al volante. Los médicos recomiendan alrededor de un mes de baja para aquellas personas recién operadas que tengan que realizar trabajos físicos o sean deportistas. La hazaña tendría que ser mayor después de 7 días en cama.
Un superhéroe en Melbourne
Carlos Sainz se plantó en tierras aussies sin saber si podría correr. Un Gran Premio duro y exigente, el viaje más largo de la temporada y un piloto aún convaleciente y con dolor. Las cicatrices de la operación se situaban en la zona en la que se coloca el cinturón de seguridad. Este las aprieta y roza durante un sinfín de vueltas. Habría que ser muy fuerte para aguantar semejante tortura.
Y es que la presencia del madrileño en la carrera de este domingo no era nada segura. Sainz tuvo primero que recibir el visto bueno del equipo médico de la FIA. Les explicó que tenía molestias, tragó saliva y se subió al coche. Si hubiera explicado que le dolía la herida, seguramente no le hubieran dejado correr por cuestiones de seguridad.
Así fue cumpliendo los trámites en Melbourne. Libres, Clasificación y una carrera en la que salía segundo y no falló. Aprovechó el fallo mecánico en los frenos del todopoderoso Max Verstappen y conquistó la tercera victoria de su trayectoria. Un golpe sobre la mesa y una demostración a Ferrari de que igual el caballo por el que habían apostado no era el ganador. "El trabajo duro da frutos; la vida puede ser una montaña rusa, pero es maravillosa. Recomiendo a todos los pilotos que se quiten el apéndice", bromeó.
Sin volante para 2024
Y es que es sorprendente que el hombre que ha roto el dominio de Red Bull no tenga volante para 2025. Hay varias opciones sobre la mesa: Mercedes (el asiento de Hamilton se queda libre), Sauber (uno de los peores equipos de la parrilla, pero que vivirá un salto de calidad con la llegada de Audi), Aston Martin (si finalmente Fernando Alonso cambia de equipo y no renueva) y Alpine (escudería francesa que cuenta con dos pilotos locales en sus filas).