La hija de un oyente de Tiempo de Juego intercambia unos sobaos por unas zapatillas: "Calza un 41"

En todos los grandes eventos podemos encontrar a personas, sobre todo niños y niñas, que piden a sus ídolos un objeto que lleven encima para llevárselo a su casa como un recuerdo para toda la vida. Lo normal es hacerlo a través de un gran cártel que pueda llamar la atención de la estrella en cuestión y de esta forma aumentar las posibilidades de éxito.

En el partido de baloncesto que enfrentó al Real Madrid y los Dallas Mavericks el pasado 10 de octubre, una niña cántabra de nombre Ainara preparó un cártel para intentar conseguir las zapatillas de Luca Doncic. Las probabilidades de hacerlo eran bastante escasas por la cantidad de gente y ruido que había en el pabellón, pero Ainara supo como ganarse el corazón del jugador esloveno. Le ofreció un intercambio que pocas personas pueden rechazar; un paquete de sobaos pasiegos a cambio del calzado de jugador de la NBA. Al ver este cartel, Doncic se acercó a Ainara y su padre y les confirmó que al finalizar el partido las zapatillas serían suyas.

Cope Cantabria habló con la jugadora del Piélagos este martes 17 de octubre en "Herrera en Cope", para conocer cómo se encontró con el paso de los días y cómo se ha sentido siendo protagonista de noticias y de miradas curiosas por parte de amigos, compañeros del colegio, y personas que ya la reconocen por la calle:

"La idea surgió porque cuando íbamos camino a Madrid, a mi padre se le ocurrió hacerlo. Queríamos hacer un cartel que le llamara la atención, decidí poner eso y paramos en un sitio donde vendían sobaos. Elegí a Doncic porque es mi jugador favorito; como es un jugador de la NBA e iba a ser una de las pocas oportunidades que tendría de verle jugar en directo, quería tener un recuerdo".

El Real Madrid salió victorioso ante Dallas Mavericks

El Real Madrid superó a los Dallas Mavericks (127-123) en el primer encuentro para los blancos ante un equipo NBA desde el 2016, este más especial que otros porque suponía el regreso a la que fue su casa con la camiseta "enemiga" del inolvidable base esloveno Luka Doncic.

La que estaba llamada a ser una fiesta en honor a él sólo pudo durar para su protagonista 4 minutos y 54 segundos como consecuencia de una distensión en el gemelo izquierdo sufrida el día anterior. Su esfuerzo por vestirse de corto pese al problema físico y 9 puntos, todos ellos desde el exterior, fueron los mejores "regalos" que el esloveno pudo hacer a un público que le recibió por todo lo alto y a un oponente que le obsequió con la insignia de oro y brillantes.

Eso y su "pique" sano con Sergio Llull, que no sólo asumió la responsabilidad de emparejarse con él durante parte del tiempo que estuvo en pista, sino que además respondió con otros nueve puntos de salida, entre constantes gestos de buen rollo con el que fue su compañero de vestuario y todavía sigue siendo su amigo.

Escucha la intervención del padre de Ainara en Tiempo de Juego

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