EN 'THE OGS SHOW'
El peor momento de una estrella de la NBA: "Si no fuera por mis hijos, me habría suicidado"
John Wall, número 1 del Draft de 2010 llegó a ser uno de los mejores en su posición y con un salario de hasta 47 millones de euros en la temporada 2022-23.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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John Wall ha sido una de las grandes estrellas de la NBA desde que entró en la liga como elección de los Washington Wizards en el primer puesto del Draft de 2010. Un infierno con las lesiones le tuvo mucho tiempo apartado de las canchas en varias ocasiones, pero sobre todo, en la temporada 2019-20 cuando se rompió el tendón de aquiles y se perdió toda la campaña. Se marchó traspasado a los Houston Rockets, donde tampoco pudo tener continuidad y su último paso en la élite del baloncesto fue en Los Angeles Clippers en las 2022-23.
El base ha llegado a tener un salario de 47 millones de euros en la temporada 2022-23, cuando ejerció su opción de jugador, aunque los Houston Rockets le cortó el pasado 30 de junio. Actualmente, el exterior se encuentra en búsqueda activa de equipo y él mismo se ofreció en su charla con Udonis Haslem y Mike Miller en 'The OGs Show' a los Miami Heat. "Puedo ayudarles muchos", expresó.
John Wall habló sobre la salud mental y expuso su caso sobre el peor momento que ha vivido. "Yo sé como es... Y trato de decirle a la gente que el tema de la salud mental es muy serio. Tuve que ir a buscar un terapeuta después de eso. Si no fuera por mis dos hijos, me habría suicidado. Me puse una pistola en la cabeza dos veces y mucha gente cercana a mí, mis amigos en ese momento, no lo sabían", aseguró el jugador.
"Hubo un vídeo que salió, en el que hacía gestos de pandillas callejeras y cosas así, fue cuando estaba en mi momento más oscuro, tratando de encontrar la felicidad... Pero quería suicidarme y era como si me alejara de su Tierra... les estoy fallando a mis hijos", añadió.
"Para mí, todo sucedió muy rápido. En el lapso de tres años, pasé de estar en la cima del mundo a perder casi todo lo que me importaba. En 2017, estoy saltando sobre la mesa del locutor en Washington después de forzar el séptimo partido en la serie contra Boston, y soy el rey de la ciudad. Pienso que soy un mago de por vida... Un año después, me rompí el tendón de Aquiles y perdí el único santuario que he conocido: el juego de baloncesto. Terminé con una infección tan grave por las cirugías que casi tuve que amputarme el pie. Un año después, perdí a mi mejor amiga en todo el mundo, mi madre, por cáncer de mama...", explicó.