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Continúan los problemas del Real Madrid en el Santiago Bernabéu: el Sky Bar, un nuevo quebradero de cabeza
Una de las grandes apuestas del Bernabéu, el Sky Bar, no está abierto y el Real Madrid ya busca alternativas.
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La polémica ha vuelto al Santiago Bernabéu. La que iba a ser la joya de la corona del nuevo estadio, permanece cerrada y sin sacarle ningún tipo de beneficio. El Sky Bar era una de la grandes apuestas del Real Madrid para darle al público una experiencia diferente a la acostumbrada.
El origen de este conflicto se remonta a julio de 2023, cuando el Real Madrid firmó un contrato de arrendamiento con Anastia Gourmet Hostelería. Los responsables del club, Manolo Redondo y José Ángel Sánchez, firmaron junto a Javier Utande, por parte de la empresa, con la esperanza de poner en marcha un proyecto que involucraba grandes inversiones para el estadio. Sin embargo, pronto surgieron dudas entre los proveedores, quienes se sorprendieron al descubrir que la empresa era una sociedad recién constituida con un capital social de tan solo 3.000 euros y sin experiencia en el sector.
A pesar de esto los proveedores, confiando en la seriedad del Real Madrid, comenzaron a trabajar en las obras del Bernabéu. Sin embargo, la situación se complicó cuando los proveedores tuvieron que adelantar dinero sin recibir pagos por parte de la empresa. Anastia Gourmet Hostelería, mientras tanto, comenzó a cerrar acuerdos comerciales con marcas como Heineken, que pagó un millón de euros, y otras empresas como Suex, lo que elevó el ingreso total a más de cuatro millones de euros. Los proveedores denunciaron que este dinero no se destinó a saldar sus deudas, lo que generó incertidumbre sobre el destino de los fondos.
falta de pago
La falta de pago obligó a los proveedores a negarse a firmar documentos necesarios para obtener la licencia de explotación del palco, lo que provocó una intervención directa del Real Madrid. Ante la gravedad de la situación, el club optó por involucrar a una segunda empresa, García Delgado, que compró el 51% de Anastia Gourmet Hostelería por 250.000 euros y se comprometió a invertir seis millones de euros en el proyecto. Sin embargo, esta empresa tampoco cumplió con sus compromisos financieros, y en lugar de resolver la situación, comenzó a negociar la venta del palco por 20 millones de euros, sin consultar al Real Madrid.
Ante este escenario, el club decidió romper unilateralmente el contrato con Anastia Gourmet Hostelería y García Delgado, lo que llevó a la denuncia de ambas partes contra el Real Madrid por un monto de 16 millones de euros. Según estas empresas, el club impide la explotación del palco, alegando que no se le permite abrirlo debido a la falta de licencias, pero la realidad es que el problema radica en la falta de pagos a los proveedores, lo que ha puesto en peligro el proyecto.