JUEGOS OLÍMPICOS | TENIS

El mejor tenista de la historia deja a Alcaraz con la plata

El serbio consiguió el único título que le faltaba y entró en el selecto club del Golden Slam. Fue una roca para Alcaraz y se impuso 6-7 y 6-7 en un partido sin ningún break.

Djokovic

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

La mejor versión de Novak Djokovic, la necesaria para sobrevivir al ciclón Carlos Alcaraz, apartó al español del camino hacia el oro y, por fin, le coronó como campeón olímpico, en París 2024, con una victoria por 7-6 (3) y 7-6 (2), el único éxito grande que quedaba pendiente en su inigualable historial y que dejó a su rival a orillas de otro registro legendario.

Un partido de altísimo nivel entre los dos mejores del momento que realzó la ambición de un jugador que se resiste a descender del pedestal en el que le ha situado la historia ante un alumno aventajado, un privilegiado natural que apunta a deportista de leyenda.

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El Djokovic más brillante, a lo campeón, cerró el círculo y enterró su obsesión olímpica. Ha sido tardía, pero llegó. El más veterano en disputar una final de unos Juegos, en lograr el oro, se sitúa entre los elegidos. Ya tiene su Golden Slam. Los cuatro Grand Slam y la medalla dorada en unos Juegos. A la altura de Andre Agassi, Steffi Graf, Rafael Nadal y Serena Williams, presente en uno de los fondos de la pista Philippe Chatrier, cuya grada no disimuló su apoyo incondicional al serbio desde el principio hasta el final.

Fue, de paso, una revancha para Nole, sacado de la pista en el último cara a cara, hace menos de un mes, en Wimbledon. Entonces, Alcaraz logró ganar en tres sets, del tirón, y sumar su tercer triunfo contra el serbio en seis enfrentamientos disputados. Con esos números llegaron a la cita de París.

No desmereció Carlos Alcaraz, que tuteó a lo largo del choque a un rival magnífico. Y fue por poco, en una dura y enconada lucha de casi tres horas de pelea, de cuerpo a cuerpo en una pista donde triunfó semanas atrás, en Roland Garros. Pero no hay escenarios demasiado grandes para el murciano.

Fue tal el nivel de tenis durante muchos momentos que uno y otro encontraban respuesta para cada contratiempo. Y los hubo. Momentos de rotura en el primer set que pudieron desequilibrar pronto a favor del serbio y a los que respondía Alcaraz con seguridad. También tuvo los suyos, como en el quinto juego, el tenista de El Palmar. Nadie con más experiencia que el ganador de veinticuatro Grand Slam que encontró en el saque, el primero, un gran aliado.

Aún más claro fue el noveno, en el que Alcaraz tuvo cinco puntos de rotura. Fue el parcial más largo. Mantuvo el tipo plagado de argumentos el serbio, que aguantó el tirón y el servicio para seguir con ventaja (5-4). Fue un momento clave del partido, por lo menos del set. Se rehízo Djokovic y el juego siguió. Cada uno aferrado a su servicio.

En un duelo de semejante nivel los detalles valen doble. Así fue para definir la primera manga con el pulso llevado al extremo. El 'tie break' decidió. Y ahí fue mejor el jugador de Belgrado, que aprovechó, con un resto preciso, impecable, y alargó la ventaja. Y no perdonó. Se llevó el set, se puso por delante después de una hora y 36 minutos de juego. Solo un parcial.

La ventaja no distrajo a Djokovic, un mago en la concentración que impone la mente ante cualquier situación. Más frecuentes son las desconexiones en Alcaraz, que casi siempre se lo puede permitir. La pérdida de la manga le hizo daño y le afectó. Aún así no perdió la cara y sacó los juegos.

Tenis

Podio Tenis: Carlos Alcaraz (2º), Novak Djokovic (1º) y Lorenzo Musetti (3º). EFE.

El cuerpo a cuerpo permanente no cesó. Cada uno amarró su saque, con menos ocasiones de rotura que en el primer set, y volvió a decidir el desempate. Es experto en eso el serbio, que, igual que en el anterior, fue mejor. Definió su vigésima victoria olímpica, más que nadie, los puntos clave, sobrevivió a los instantes de inquietud y sentenció en el momento preciso. Volvió su mejor versión para darle el éxito ansiado, cerrar su obsesión y privar a Alcaraz, errático en los 'tie break', de la carrera del oro. El serbio cerró el circulo.