EN THE PLAYERS TRIBUNE
La emotiva carta en la que Nadal repasa su carrera y desvela su peor momento en el tenis
El extenista español relata su vida tenística en una carta titula El Regalo, publicada en el medio The Players Tribune en la que resume lo mejor y lo peor que le ha tocado vivir en su carrera.
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Rafa Nadal ha estado aprovechando cada minuto en su nueva vida tras su retirada y, además, de gestionar sus empresas y proyectos, ha querido guardar un espacio para poder reflexionar y escribir de puño y letra una carta tan sincera como él, titulada El Regalo. El texto ha sido publicado este martes en The Players Tribune y en él resume lo mejor y lo peor que le ha tocado vivir en su carrera, un camino en el que incluso se planteó parar para "limpiar la mente".
Sus recuerdos se inician contando una anécdota que vivió con 12 años, cuando el día antes de un partido importante decidió ir a pescar, ante que ir a entrenar. Al día siguiente perdió el partido, pero ganó una valiosa lección. "De vuelta a casa estaba llorando en el coche y mi tío, que a esa corta edad tuvo una gran influencia en mí y que fue quien hizo que me enamorase del tenis, me dijo: 'Está bien, es solo un partido de tenis. No llores ahora, no tiene sentido. Si quieres pescar, puedes pescar. No hay problema. Pero entonces perderás. ¿Y si quieres ganar? Si quieres ganar, lo primero es lo primero', recuerda.
Por ello, a partir de aquel momento, su mente empezó a cambiar, aunque el joven de esos tiempos sin grandes ídolos, encontró pronto su guía en Carlos Moyá. "Mis héroes eran personas que conocía en la vida real (...) Pero cuando tenía 12 años, tuve ocasión de jugar con Carlos Moyà por primera vez. Un compatriota español, también mallorquín, campeón de Roland Garros y el primer jugador español en llegar a ser número uno. Estaba algo nervioso solo por pelotear con él. Fue una experiencia inolvidable, una ventana a otro mundo. Para mí el tenis estaba pasando de ser solo una diversión, un juego de niños, a ser un verdadero objetivo. Me hizo soñar un poco más", desvela.
Pero Nadal no solo cuenta lo bonito, también comenta la primera vez que el Síndrome de Mueller- Weiss le destrozó. "Pasas de la alegría más grande a despertarte a la mañana siguiente casi sin poder caminar. Pasé muchos días en casa llorando, pero fue una gran lección de humildad y tuve la suerte de tener una familia que siempre han estado y están muy cerca de mí en todo, pero por fortuna, después de mucho dolor, cirugías, rehabilitación y lágrimas, se encontró una solución, y durante todos estos años fui capaz de resistir", agradece.
"Siempre superar los límites y mejorar: Así fue como me convertí en un mejor jugador", dice tras recordar sus éxitos en pistas de todo el planeta. Pareciera que Nadal siempre haya podido con todo, pero él mismo reconocer que también ha sufrido en sus carnes los nervios y la presión de una persona normal. "Esa sensación de fuego interior, los nervios, la adrenalina de salir y ver una pista llena, es una sensación muy difícil de describir. Es una sensación que solo unos pocos pueden entender y estoy seguro de que nunca será lo mismo ahora que me estoy retirando como profesional", describe.
"Afortunadamente, no llegué al punto de no poder controlar cosas como la ansiedad, pero todos los jugadores pasan por momentos de dificultad para controlar la mente y cuando eso sucede, es difícil tener el control total de tu juego. Hubo meses en los que pensé en tomarme un descanso absoluto del tenis para limpiar mi mente", afirmaba Rafa.
"En los buenos momentos nunca me creí Superman y en los malos, nunca pensé que todo era un desastre. Lo que te hace crecer como persona es la vida misma: las derrotas, los nervios, el dolor, la alegría, el proceso de despertar cada día e intentar ser un poco mejor para alcanzar tus metas", culmina.