El pasado domingo

Escándalo en el Oporto: Una fiesta de cumpleaños acaba en intervención policial y con varios jugadores, entre ellos Samu Aghehowa, expedientados

Entre los expedientados, que celebraban el cumpleaños de Otavio, se encontraría el delantero español Samu Aghehowa. Se ha montado una gran polémica en Portugal.

Twitter

Imagen de la fiesta que ha aparecido en las redes sociales.

Redacción Deportes

Publicado el

2 min lectura

Escándalo mayúsculo en Portugal. No está siendo la temporada del Oporto, que marcha cuarto en la Liga a falta de cuatro jornadas y tiene casi imposible jugar la Champions League la próxima temporada, como ya le ha pasado en esta. La afición está de uñas y más después de que varios jugadores se saltaran las normas del club y se fueran de fiesta el domingo por la noche para celebrar el 23 cumpleaños del central brasileño Otavio.

Se reunieron en un local de la zona de Boavista, la fiesta, llena de mujeres, se les fue de las manos y los vídeos del sarao aparecieron por todas las redes sociales. Para colmo, la policía se presentó en el lugar y los jugadores tuvieron que salir por la puerta a la carrera donde estaban apostados varios seguidores indignados que les recibieron con todo tipo de insultos e improperios. Según la prensa lusa, eran las 4 de la mañana.

El club, muy enfadado con lo ocurrido, ha abierto expediente disciplinario a los implicados. Uno de ellos sería el delantero español Samu Aghehowa. Los otros implicados serían, además de Otavio,  Danny Namaso, Tiago Djaló y William Gomes. En la fiesta también estaban Martim Fernandes y Nehuen Perez, pero estos dos se fueron a casa pronto y solo habrían recibido una sanción económica.

La fiesta habría comenzado a las 8 de la tarde del domingo y se alargaría durante ocho horas más. Al ser día de descanso, el horario y la celebración no suponían problema para el club. Pero la cosa se alargó más de la cuenta. El problema llegó cuando los hinchas del Oporto vieron las imágenes en las redes sociales y acudieron a las puertas del local para comenzar a insultar a los futbolistas, originando un gran escándalo en la vía pública que requirió de la llegada de la Policía. Fue entonces cuando se acabó el jolgorio.