A través de un comunicado
La familia de los detenidos en Singapur pide que se deje de hablar del caso para que les dejen libres cuanto antes
Estaban de luna de miel en Singapur y pegaron unas pegatinas de Lim Go Home en una propiedad del dueño del Valencia. Están retenidos en el país.
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La familia de los dos aficionados del Valencia retenidos en Singapur tras protestar contra la gestión en el Valencia CF del empresario local Peter Lim como máximo accionista del Valencia ha pedido "discreción" para poder resolver su situación cuanto antes y con las menores consecuencias posibles.
"Pedimos a los medios de comunicación, periodistas y usuarios de las redes sociales discreción y cese del ruido mediático que envuelve el caso, ya que solo perjudica al principal interés que tenemos en este momento, que Dani y su mujer vuelvan a casa lo antes posible y con las menores consecuencias para ambos", pide el escrito.
Se trata de una pareja que tras casarse el pasado 28 de septiembre en Valencia viajó unos días después a Singapur. Desde este país, Dani C. colgó una serie de fotos y mensajes en las redes sociales en lugares emblemáticos y frente a una propiedad de Lim con una bandera con el lema 'Lim Out', con el que buena parte de la afición del club protesta contra la gestión del inversor desde hace años.
Además, también colgó un video en el que se ve cómo pega una pequeña pegatina en una puerta que, al parecer, es también de una propiedad del empresario, una acción que parece que ha sido la que ha desencadenado una investigación policial.
Cuando el pasado viernes ambos iban a abandonar Singapur con destino a Bali, fueron instados a regresar a su hotel, donde la Policía le retiró el pasaporte. Desde entonces, están en contacto con la Embajada de España en este país y a la espera de que se resuelva la investigación abierta, un tiempo en el que pueden moverse por el país pero no abandonarlo.
Singapur tiene algunas de las leyes más draconianas del mundo desarrollado para preservar el orden público y la seguridad. La isla contempla estrictas normas que restringen las protestas callejeras y penan con multas y hasta años de cárcel los actos de vandalismo.
En caso de vandalismo, que incluye "escribir, dibujar o marcar en propiedades públicas o privadas cualquier palabra, eslogan, caricatura, marca, símbolo, etc", la ley estipula un máximo de 2.000 dólares de multa o hasta tres años de prisión.