Un jugador suplica un contrato en la NBA para poder cobrar una pensión vitalicia

Con la intención de que los jugadores que han dedicado su carrera profesional en el baloncesto no se arruinen y tengan un futuro asegurado una vez pongan punto y final a sus trayectorias deportivas, la NBA tiene un 'plan de jubilación'. Para ello deben cumplir ciertos requisitos, como es el principal de permanecer al menos 10 temporadas en la liga con un contrato en alguna franquicia.

No todos los jugadores, a pesar de estar un buen tiempo en la competición norteamericana, llegan a esa cifran. Un claro ejemplo de ello es Tony Snell, el cual necesita firmar con un equipo antes de que termine este viernes para poder acceder a la pensión vitalicia, que oscilan entre los 60.000 y 200.000 dolares anuales.

Con pasado en Los Chicago Bulls, Milwaukee Bucks, Detroit Pistons, Atlanta Hawks, Portland Trail Blazers y New Orleans Pelicans. Su traspaso a este último equipo en 2022, movimiento necesario para que también llegara McCollum al equipo, fue lo que le hizo desaparecer de la liga. La pérdida de su rol en la franquicia hizo que terminase el año como agente libre sin restricciones, pero no llegó a un acuerdo con ningun club.

Desde entonces, Tony Snell ha logrado volver a sentirse jugador de baloncesto, pero en la G League, en los Maine Celtic. No obstante, el jugador de 32 años necesita un contrato más de cualquier equipo de la NBA para poder cumplir su décimo año completa en la liga y así optar a la pensión vitalicia que ofrece la competición. "Por supuesto que quiero volver y jugar, pero ahora tengo un propósito más importante. Ya no se trata de mí. Se trata de mis hijos", explicó en una entrevista para Yahoo Sports.