La lamentable celebración del Anderlecht en Anoeta que ha provocado un gran enfado en la Real Sociedad

La victoria del Anderlecht en Anoeta en la segunda jornada de la Fase de Grupos de la Europa League estuvo empañada por el lamentable comportamiento de sus ultras. Los radicales belgas arrancaron un trozo de la verja de protección y comenzaron a lanzar todo tipo de objetos y asientos a la zona de abajo en la que se encontraban aficionados donostiarras.

Muchos de ellos tuvieron que huir presas del pánico mientras el árbitro detenía el partido entre las quejas de los jugadores de la Real Sociedad. Tras el pitido final los jugadores belgas se acercaron a la zona donde se encontraban los violentos para agradecerles el apoyo algo que no sentó nada bien a algunos futbolistas locales que se lo reprocharon.

El capitán Mikel Oyarzabal y sus compañeros Odriozola, Barrenetxea y Aguerd se encararon con ellos y les hicieron ver lo equivocado de su gesto después de los problemas causados por su hinchada. No entendían como podían aplaudir a sus aficionados después de los problemas que habían causado. 

Oyarzabal, muy enfadado cargó contra los radicales y la UEFA: "Hay que condenar que pasen estas cosas, al final la gente que viene a su campo a ver a su equipo se tiene que marchar a casa porque cuatro imbéciles estén lanzando cosas, no se puede permitir. La UEFA tiene que dar un paso adelante, llevábamos 15 minutos de partido avisando desde el banquillo al director de partido de que estaban tirando cosas, que estaban llegando incluso al campo y no han hecho nada"