En el chicago Bulls-Los Ángeles Lakers
La locura de la temporada en la NBA: Los mejores 13 segundos del año con Giddey como rey
A falta de 13 segundos, Chicago perdía de 5 puntos, remontó, le volvieron a remontar y acabó ganando con un triple desde el medio del campo de Josh Giddey sobre la bocina.

Josh Giddey celebra la victoria de los Bulls
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Josh Giddey anotó un triple sobre la bocina desde su propio campo para que los Chicago Bulls remontaran (119-117) a Los Ángeles Lakers de LeBron James y Luka Doncic en el United Center. El alero australiano de 22 años, que fue la furia de España en su debut olímpico en París 2024, anotó la canasta ganadora desde más de 15 metros, convirtiéndose en su primer buzzer beater como profesional.
la milagrosa remontada
Chicago perdía por 5 puntos a falta de casi 12'6 segundos, pero certificó su novena victoria en sus últimos 11 partidos, una remontada milagrosa gracias a los triples desesperados de Patrick Williams (a falta de 10 segundos) y Coby White (a falta de 6 segundos tras un robo de Giddey a LeBron). Cuando restan 6'1 segundos en el marcador los Bulls van 1 arriba (116-115), pero defienden mal y Austin Reves vuelve a poner por delante a los angelinos con una bandeja fácil. Con 3'3 segundos en el electrónico Chicago vuelve a perder.
Ahí es cuando aparece la magia de Josh Giddey. El australiano saca de fondo, recibe la pelota y desde el centro de la cancha, lo más lejos que le da tiempo a llegar, se saca un lanzamiento espectacular que da la victoria a su equipo. Además, se ha convertido en el primer jugador en la historia de la NBA que firma un triple-doble (25 puntos, 14 rebotes y 11 asistencias) y logra una canasta decisiva sobre la bocina contra los Lakers.
En los Lakers, que sumaron su octava derrota en los últimos 12 partidos, los más destacados fueron Austin Reaves (30 puntos), Luka Doncic (25 puntos (4 de 12 en triples), 10 rebotes, 8 asistencias, 2 robos y 1 tapón), Jaxson Hayes (19 puntos y 8 rebotes) y LeBron James (17 puntos (0 de 5 en triples), 5 rebotes y 12 asistencias). Da la sensación de que Chicago dio de su propia medicina a unos Lakers que en la noche anterior vencieron a los Pacers gracias a un palmeo de Lebron James sobre la bocina.