EN EL PARTIDAZO DE COPE
Manolo Sanchís busca la explicación a cómo el Real Madrid ha tumbado al Manchester City: "No lo recuerdo"
El capitán del equipo blanco sabe más que nadie sobre lo que se siente en momentos como este, pero en Tiempo de Juego dejó claro que no era capaz de encontrar "razones"
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El Manchester City es el campeón de Europa, pero el Real Madrid es el rey. Y cuando este parece estar muerto, resiste hasta el último aliento y, en una tanda de penaltis inverosímil tras decena de ocasiones de los ingleses, emerge para acceder a semifinales.
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El Real Madrid logró con el primer triunfo de su historia en el Etihad Stadium, en su sexta visita, su semifinal 33 en 69 ediciones de la Copa de Europa, la 17 en 32 desde que el formato pasó a denominarse Liga de Campeones, y se medirá al Bayern Múnich por octava ocasión en la última eliminatoria antes de la final.
Carlo Ancelotti es el técnico más laureado en la Liga de Campeones de fútbol por algo y no faltó a su cita con el Real Madrid en semifinales, ronda para la que ha clasificado las cinco ediciones que lo ha dirigido, proclamándose campeón en dos de los cuatro precedentes. Su leyenda sigue creciendo.
Sufrieron durante 120 minutos y durante los dos primeros lanzamientos de la prórroga, con el gol de Julián Álvarez y el fallo de Luka Modric, acabó encaminado hacia las semifinales contra el Bayern de Múnich, con un descomunal Bellingham a una pierna y un Rüdiger que no sintió la presión del último lanzamiento.
El Real Madrid
Pasado el minuto doce, Carvajal, sin complicaciones, pegó un pelotazo que pilló al City desprevenido. Era una bola sin aparente peligro, pero Bellingham, desde el carril del diez, la bajó como Zidane. Acomodó la pelota, combinó con Valverde y el uruguayo dio vida a Vinícius por dentro. Se pidió fuera de juego, pero lo rompió Walker en el segundo palo.
El brasileño, ganando línea de fondo, puso un centro duro que Rodrygo remató de primeras para estamparse en Ederson. Como el año pasado, cuando Kroos sacó astillas a la madera con un disparo desde 25 metros, la fortuna daba la espalda al Real Madrid. Pero hubo una segunda oportunidad. La pelota quedó viva y en los pies de Rodrygo, que empujó a placer.
El City coqueteó con el gol e implantó una sensación de miedo permanente en el área del Madrid, que no paraba de recibir balones y sufrir. Doku encaró al uruguayo, le dejó atrás y puso un centro que Rüdiger expulsó como pudo. Camavinga no persiguió a De Bruyne y el belga, con un caramalo dentro del área, la estampó en la red.
El Madrid, que llevaba embotellado toda la segunda parte, se asomó al abismo. Y De Bruyne pudo darle el empujón. Un remate suyo solo, desde el punto de penalti, pasó por encima del larguero. Entre baño y baño del City, llegó la prórroga en la que Vinicius se lesionó y la más clara fue una de Rüdiger. Lo demás, ya es historia.
"No lo recuerdo"
Ni tirando primero, ni con Modric fallando su primer lanzamiento, el City fue capaz de destronar al rey. Al fallo del croata fue seguido por un error incomprensible de Bernardo, que tiró a las manos de Lunin, y por un paradón del ucraniano, héroe de la noche, a Kovacic. Bellinhgham, Nacho y Rüdiger no fallaron y el Madrid, casi sin saber cómo, vuelve a las semifinales.
"De eso está hecho este club, de momentos como este", comentaba Manolo Sanchís: "Has comentado que el partido ha sido complicadísimo. Yo no recuerdo un partido tan complicado para Madrid como el que ha tenido hoy, pero mira donde estamos ahora. Es de estas cosas que no tienen una explicación fácil. Simplemente el Madrid es así".