En Tiempo de Juego
La preciosa historia de Yoel Delgado, el niño árbitro de 13 años: "Me ven y dicen que es imposible que pite yo..."
Hablamos con el árbitro más joven de Andalucía. El pequeño Yoel nos cuenta que sueña con llegar a Primera y a Champions y que no es de ningún equipo: "Soy imparcial".

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Desde pequeños, muchos niños sueñan con ser futbolistas. Quieren convertirse en estrellas del balón, llenar estadios y convertirse en ídolos de masas. Sin embargo, para que ellos luzcan sobre el césped hacen falta otras figuras, que normalmente van vestidas de negro, y sin las que un partido de fútbol no podría nunca disputarse: los árbitros.
La historia que hemos contado este sábado en Tiempo de Juego es la de un joven colegiado. Un niño de Marbella que al cumplir los 12 tuvo claro que quería tomar el silbato y que ahora con 13 ha pasado por los micrófonos de COPE para contarnos cómo lleva su pasión por el arbitraje. Su nombre es Yoel Delgado. De momento dirige partidos en prebenjamines, benjamines y alevines, aunque ha sido línea en categorías como cadetes, infantiles y juveniles y es ya el árbitro más joven de Andalucía.
Yoel da las gracias por la oportunidad de estar en un programa de tanta repercusión y explica que este domingo tiene partido a las 11 de la mañana. Suele llegar una hora antes en el campo y son sus padres los que le acercan a los estadios: “Ahora ya llevo dos temporadas y hay veces que ya no se quedan a verme, se van y luego vuelven a recogerme”, cuenta.
Desvela que los delegados y los entrenadores suelen sorprender al verle tan joven: “Piensan que les estoy gastando una broma, alguno me dice que es imposible que yo sea el árbitro”. Los prebenjamines y benjamines dice que están chupados y cuenta que los padres no suelen meterse con él, pero si que “ponen el partido con más tensión” por algunas cosas que chillan desde la grada.
“Como no he pitado fútbol 11, me parece igual de difícil ser árbitro de fútbol 7 que juez de línea de fútbol 7. Hay más patadas en las otras categorías y protestan más, pero la mitad de las veces son tonterías”, asegura antes de contar que no ha recibido todavía ningún insulto fuerte y que le pagan unos 20 euros por un partido de fútbol 7 y entre 30 y 35 de fútbol 11.
Su sueño sería “llegar a Primera División, pitar finales, Champions, Mundiales…” y sus referentes como árbitros son Munuera Montero, Melero López y Hernández Hernández. Además, deja claro que no es de ningún equipo: “Soy imparcial con todos los equipos”, finaliza.